El Villarreal aprovecha la resaca del Barça

Entre la fiesta y la resaca. Así se presentó el Barça al partido contra el Villarreal. Flick sorprendió con un once con pocas rotaciones pese a tener la Liga ya ganada y la apuesta pilló con el pie cambiado a sus propios futbolistas. Y es que estaban Cubarsí, Pedri, De Jong, Raphinha, Lamine Yamal o Lewandowski, pero faltaba la tensión de otros días. Se notó nada más empezar en una presión adelantada que no tuvo mordiente y que sorteó el Villarreal para encontrar los espacios a la espalda de los centrales. Nicolas Pépé habilitó a Ayoze, que hizo su decimonoveno gol del curso con la misma tranquilidad con la que se había presentado su rival.

El gol fue el shock que necesitaba el Barça. Fue como levantar la persiana tras una noche de fiesta. Al principio molesta, pero luego ves con mayor claridad. Los culés apretaron en la marca y comenzaron a circular la pelota de un lado a otro, esperando desordenar a un Villarreal que parecía tener la lección aprendida del 1-5 de la primera vuelta de la Liga. Pese a ello, las ocasiones comenzaron a caer una detrás de otra casi por aplastamiento. Júnior hizo dos intervenciones de mérito tras sendos remates de Fermín y Lewandowski y Lamine Yamal comenzó a levantar a un Lluis Companys que esperaba que las emociones fuertes llegaran tras el encuentro.

No fue así. El Barça tenía ganas de marcha y sometió a un Villarreal que se jugaba nada más y nada menos que asegurar la plaza de Champions. Lamine Yamal y Gerard Martín abrieron el terreno de juego, Eric García pasó a ser uno más en área rival y poco a poco los de Marcelino llegaban más tarde a las ayudas. En una de esas recibió Lamine Yamal en su zona, en ese sitio en el que todo el mundo sabe lo que va a hacer. También una afición que abrió los ojos y cogió carrerilla para levantarse de su asiento. El astro azulgrana encaró a dos rivales y se sacó de la chistera un zurdazo al palo largo imparable para Júnior. Fue la antesala a otra jugada de ensueño de Lamine Yamal que acabó en el larguero y a que Fermín demostrara otra vez más que tiene mucho gol. El andaluz cazó un rebote en la frontal y bajó el telón de una primera mitad en la que los culés fueron de menos a más y que finiquitaron con un golpe psicológico.

Tras la reanudación el Villarreal dio un paso al frente. Algo tiene el Villarreal para ser el tercer máximo goleador de la Liga y ese 'algo' es mucho talento en la zona de tres cuartos. Estaba el foco puesto en Baena y Ayoze cuanto Yéremy Pino se disfrazó del primero y Comesaña del segundo. El engaño acabó con una picada imparable para Ter Stegen, que poco pudo hacer en ambos tantos. El resultado del partido dejaba a Flick en la tesitura de dar por bueno el empate y empezar el carrusel de cambios o mantener la estructura e ir a por un triunfo intrascendente en la clasificación, pero dulce de cara a la fiesta.

Fue a por lo segundo. Ya había dado entrada a De Jong y Balde y retrasó el ingreso de secundarios que esperaban minutos como Héctor Fort, Pau Víctor o Ansu Fati, que ni siquiera jugó. El mensaje fue captado por unos jugadores que no desistieron en la presión adelantada y que embotellaron al Villarreal. Fermín, Lamine Yamal y Raphinha perdonaron las más claras y en los instantes finales fue Buchanan el que encontró el premio para garantizar la Champions para su equipo y poner un pequeño borrón a la semana festiva de los azulgranas, que recibieron el título de campeones tras el pitido final.