El Barça saca el rodillo y vuelve a ser líder

El partido comenzó con el Barcelona entre dos aguas. La obligación de ganar para recuperar el liderato se mezcló con la cercanía de los duelos de Copa y Champions y con una climatología que no invitaba a una gran tarde. Y es que en Montjuic hacía frío y viento, una mezcla diabólica que aletargó a los azulgranas, dubitativos en el inicio. Y eso que el técnico germano puso en liza un once reconocible con menos rotaciones de las previstas y en el que apenas Gerard Martín, Marc Casadó y Dani Olmo eran las novedades.

El plan fue, no obstante, el habitual. El Barça quiso presionar en campo contrario para asfixiar a la Real, pero se encontró con un rival que supo saltar esa primera línea y que encontró al espacio la forma de meter miedo a los azulgranas. Lo hicieron a la espalda de los centrales con dos jugadas en las que la línea adelantada de Flick funcionó como un reloj suizo. Fue el mejor momento de los blanquiazules, que emparejaron el encuentro hasta que una jugada desgraciada cambió el panorama por completo. Fue en un envío en el que el Barça dio a los de Imanol de su propia medicina. Lewandowski salió de su zona y el espacio lo aprovechó Dani Olmo para ir hacia Remiro y ser derribado cuando aún tenía muchos metros por delante. Aritz Elustondo vio la roja directa y los azulgranas olieron la sangre, que salía a borbotones.

La Real se vino abajo. El Barça se hizo con la pelota gracias al buen manejo de Pedri y Lamine Yamal comenzó a hacer diabluras desde el costado. En una de esas, el extremo dejó a dos rivales en el camino con la facilidad que solo poseen los elegidos y su centro a Dani Olmo acabó en los pies de Gerard Martín, que voleó a placer para inaugurar el marcador y allanar el camino del triunfo. Los culés, para entonces, ya estaban en pleno asedio. Los laterales estaban en campo contrario y Dani Olmo aprovechaba la amplitud para tener espacios entre líneas. Desde ahí el ex del Leipzig es letal y de sus botas salió un latigazo que desvió Marc Casadó para dejar el encuentro encarrilado antes de un descanso al que se llegó con Pedri y Dani Olmo desbaratando ocasiones ante Remiro.

Tras la reanudación la mesa estaba servida para el Barcelona. Imanol retiró a dos fijos como Zubimendi y Barrenetxea y centró sus esfuerzos en achicar espacios y aminorar daños pensando ya en el compromiso contra el Manchester United en la Europa League. El Barça, por su parte, no quería sustos. De nuevo la receta pasaba por tener paciencia, mover al rival de lado a lado y esperar a que las ocasiones cayeran por su propio peso. Pedri fue el motor, el jugador sobre el que pivotaba todo el juego azulgrana. El canario vive el mejor momento de su carrera y a punto estuvo de poner la guinda a su gran encuentro con un zapatazo que se estrelló en la cruceta.

Fue la antesala de la tormenta definitiva. Araujo hizo el tercero tras un rechace en una jugada a balón parado y Lewandowski firmó el cuarto al desviar un disparo del zaguero uruguayo. Con todo sentenciado, Flick comenzó el carrusel de cambios. Retiró a Cubarsí, Pedri, Raphinha y Dani Olmo pensando en la Champions y el Barça levantó el pie del acelerador en la recta final de partido. Los azulgranas recuperan así el liderato y ratifican la buena trayectoria de los últimos meses. No pierden desde 2024 y suman ya 15 partidos consecutivos sin conocer la derrota.