Edición

Borrar
El fútbol se escribe con goles

Ver fotos

Oscar del Pozo (AFP)
Jornada 8

El fútbol se escribe con goles

El Barça vapulea al Sevilla en un partido vibrante en el que el equipo andaluz pudo decantar la balanza a su favor con clarísimas ocasiones

JESÚS BALLESTEROs

Domingo, 6 de octubre 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Después de lograr tres victorias consecutivas por primera vez esta temporada entre Liga y Liga de Campeones, el Barcelona, con Griezmann y Busquets suplentes, busca un triunfo de continuidad ante el Sevilla en el Camp Nou que le conceda ya una velocidad de crucero más acorde a su presupuesto y al nivel de su plantilla en busca de sus objetivos que no son otros que los títulos o, como mínimo, de pelear por ellos hasta el final.

Como garantía de que la regularidad ha llegado, nada como Messi afrontando su primer partido de Liga como un jugador teóricamente ya lanzado tras su buena actuación europea entre semana, parece que con sus dos lesiones musculares olvidadas. Pero nada es perfecto nunca en el Barça y las bajas, una vez recuperados los delanteros Messi, Luis Suárez y Dembélé, incluso el juvenil Ansu Fati, se concentran ahora en defensa, con Lenglet sancionado por su roja en Getafe y Alba, Umtiti y Junior lesionados, el último esta misma semana por segunda ocasión este curso.

Una hora y cuarto antes del inicio del encuentro, Ernesto Valverde sorprendió con una alineación titular en la que no estaban ni Griezmann ni Busquets. En el once, el técnico extremeño apuesta por Dembélé y Arturo Vidal.

Con la ausencia también de Jordi Alba en el lateral izquierdo, Todibo, joven central francés de características similares al madridista Varane, está esperando este momento, un partido de lujo, desde enero de 2019. «Muy potente, veloz, que debe regular impulsos, se atreve a sacar el balón. Lleva tiempo sin jugar pero cuando lo hace ha demostrado que puede crecer», recordó Txingurri. Jugará junto a Piqué salvo sorpresa, como sería reubicar a Busquets o De Jong. Y en el lateral zurdo, otra vez un diestro como Semedo, con Sergi Roberto por la derecha. «No contar con un zurdo específico es antinatural, aunque Nelson y Sergi lo hagan bien». Valverde, de todos modos, no descartó poder contar ya con Alba. De hecho, como Ansu Fati, ya tiene el alta médica.

Los triunfos ante Villarreal (2-1), Getafe (0-2) e Inter (2-1) tampoco fueron demasiado brillantes como para que el Barcelona se sienta muy superior al Sevilla. El equipo andaluz ha bajado su gran rendimiento liguero pero sigue creando buenas sensaciones con Julen Lopetegui, quien no guarda un buen recuerdo de su última visita al Camp Nou. Perdió 5-1 con el Madrid hace un año y firmó su finiquito. «No tengo una motivación extra en el Camp Nou. Llegamos con ilusión y ganas de jugar un partido tremendamente exigente ante un equipo espectacular. Es verdad que llevamos muchos partidos pero eso es producto de que tenemos la suerte de jugar varias competiciones. Vamos preparados. Nadie nos quita la ilusión y la ambición de jugar bien en Barcelona. Tienes que hacerlo todo perfecto para sacar algo positivo y aun así a veces no llega. Vamos con ilusión y ambición», aseguró Lopetegui.

Mientras que Valverde se tomó con calma los elogios de los últimos días. «Aquí se está en el infierno un lunes y en el cielo un jueves. Y al revés. Siempre son partidos intensos, en casa y fuera. Y fuera están mejor que en casa. Han ganado tres de cuatro partidos. Son intensos, dinámicos, con banda profunda y centran mucho. Es un partido fundamental ahora que hemos ido recuperando puntos y estamos cerca. A ver si nos vamos al parón con buenas sensaciones».

Ha cogido velocidad de crucero el Barcelona. Al menos en lo que a la Liga se refiere. Enlazó su tercera victoria seguida tras un partido en el que se le reconocieron ramalazos del mejor Barça, pero en el que se le siguen destapando aún demasiados peros. Venció al Sevilla goleando en apenas diez minutos, agradecido, eso sí, por la falta de puntería de De Jong. La noche del delantero holandés es digna de estudio.

Se ha acostumbrado el equipo de Ernesto Valverde a jugar en el alambre. Algunas veces sale bien y otra no. Ante el Sevilla tocó cara. Pero jugando así, llegarán tantas derrotas como hasta la fecha. Porque si uno echa un vistazo rápido al marcador puede llamarse a engaño. Es cierto que el Barcelona resolvió de la mejor forma posible un encuentro que pintaba feo, pero el equipo azulgrana salió vivo de milagro.

Fue un partido vibrante, de nervio, de enorme calidad y en el que el equipo culé supo reaccionar ante un libreto valiente de los de Julen Lopetegui. Aun sin el mejor Messi pese al golazo de falta, el Barça mantiene el pulso con el líder y vuelve a cerrar otra victoria como local. Cuatro de cuatro en este arranque liguero.

Barcelona

Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Todibo (Araujo, min. 73), Semedo, De Jong, Arthur (Busquets, min. 65), Arturo Vidal (Rakitic, min. 69), Messi, Luis Suárez y Dembélé.

4

-

0

Sevilla

Vaclík, Reguilón, Carriço, Diego Carlos, Jesús Navas, Fernando, Óliver Torres (Jordán, min. 46), Banega, Nolito (Munir, min. 46), Ocampos y De Jong (Chicharito, min. 65).

  • GOLES: 1-0. min. 26. Luis Suárez. 2-0. min. 31. Arturo Vidal. 3-0. min. 35. Dembélé. 4-0. min. 78. Messi.

  • ÁRBITRO: Mateu Lahoz (Valenciano). Expulsó a Araujo (min. 87) y Dembélé (min. 88). Amonestó a Reguilón, Carriço, Luis Suárez, Piqué, Busquets y Banega.

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 8ª jornada de Liga, disputado en el Camp Nou.

Como Betis o Valencia antes, el Sevilla comprobó en sus carnes cómo la valentía sin acierto carece de cualquier valor cuando juegas ante el Barça y en el Camp Nou. El fútbol alegre, de precisión y a tumba abierta de los hispalenses, no tuvo recompensa alguna. Los planes de Lopetegui saltaron por los aires cuando Luis Suárez marcó de una sublime chilena que cambiaba el rumbo del choque.

Aunque siendo honrados el que cambió el rumbo del duelo fue Ter Stegen, primero con otra mano mágica de esas que se ha acostumbrado a sacar en cada duelo de los azulgrana. Corría el minuto 12 de partido y el alemán evitaba el gol de De Jong, el sevillista.

El ariete holandés comenzaba así un auténtico calvario ante la portería culé. De cabeza, con la derecha y con la izquierda. Nunca antes se falló tanto y tan claro ante un portero rival. El ex del PSV veía cómo en menos de un cuarto de hora (sólo en la primera mitad), contaba hasta con tres oportunidades únicas para hacer el primer gol del duelo, pero la suerte le era esquiva. Y los cánticos de alegría estaban reservados para la parroquia local. Primero con el mencionado golazo de Luis Suárez, quien sigue mostrando en este inicio de temporada un particular idilio con el gol.

Era el detonante que necesitaba el Barcelona para destapar el tarro de las esencias. Y en poco menos de diez minutos, se encontraba el Sevilla con dos goles en contra más. El segundo de un Arturo Vidal hábil buscando la espalda de la zaga andaluza y el tercero de un Dembélé que mostró parte del repertorio por el cual el Barcelona decidió en su día pagar la fortuna que desembolsó por él.

Lopetegui pestañeaba y no daba crédito a lo que estaba sucediendo sobre el verde del Camp Nou. Su Sevilla había tuteado al vigente campeón y había contado con ocasiones suficientes para irse al descanso con mejor rostro, pero la cruda realidad le recordaba que ante este tipo de equipos, por muy espesos que estén, los errores y la falta de acierto se suelen pagar con la pena capital.

Lo había hecho todo el Sevilla menos acertar. La noche de De Jong iba encaminada a la auténtica histeria. Arrancaba la segunda parte y el holandés volvía a lamentarse. Esta vez tras estrellar el cuero en la madera en una posición franca ante Ter Stegen.

Se marcharía minutos más tarde desesperado con su infortunio y ya desde el banquillo vería cómo Messi cerraba con golazo el marcador. El argentino lo volvía a hacer desde fuera del área para delirio de los suyos.

Después de ello llegaría el show de Mateu Lahoz en los minutos finales. El colegiado valenciano se resiste a retirarse sin meterse de vez en cuando en algún lío. Con dos expulsiones, de Araujo y Dembélé, y algunas tarjetas de más, cerró un choque sin ningún tipo de complicaciones. Cierto es que al trencilla nunca le ha hecho falta que el duelo sea especialmente tenso para resolverlo con alguna expulsión y alguna cartulina de más.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios