El Atlético pide la hora ante un bravo Almería

Tras caer en Montjuic ante el mejor Barça de este curso, el Atlético no estaba para tonterías sino para demostrar que sigue siendo un candidato firme al título. Le correspondía en suerte el Almería, con solo cuatro puntos, incapaz de ganar aún este curso y eliminado de la Copa por el Barbastro, pero confianza ninguna en los 'cholitos' de inicio. El Metropolitano es un bastión inexpugnable esta campaña y no era precisamente el día para cambiar la tendencia.

Además, que pinche el eterno rival la víspera siempre supone un acicate para los colchoneros, que comparecieron hambrientos a la hora de comer y en un pispás devoraron a un rival que intenta ser valiente y tener protagonismo pero en defensa es un drama y arriba carece de un nueve de verdad. Aunque los mediterráneos lavaron su imagen en una notable segunda mitad, pésimo panorama para Gaizka Garitano, señalado por la crítica desde el primer día que aterrizó en Almería.

Cuatro cambios introdujo el Cholo respecto al duelo del Barcelona, ya que el calendario aprieta y el cierre de la primera fase de la Champions ante la Lazio asoma, pero su plantilla es extraordinaria. Lo más novedoso, la vuelta de Savic, la presencia de Llorente de carrilero derecho, la ubicación del multiusos Azpilicueta de central zurdo y el ataque con Correa cerca de Morata, pasando Griezmann a la zona de creación.

El francés ya había anotado a los cinco minutos, pero en el VAR Gil Manzano apreció que su cadera estaba adelantada respecto a Édgar. Un serio aviso para el Almería, que había tratado de presionar alto sin éxito y murió por culpa de pérdidas en campo propio. Dos robos de Griezmann preludiaron los goles de Morata, tras driblar a Montes y Maximiano, y de Correa, que embocó a placer una asistencia de Llorente. Dianas terapéuticas, ya que el madrileño acumulaba cuatro partidos sin marcar y el argentino diez partidos, desde su doblete ante el Cádiz.

Con el pleito aparentemente resuelto en poco más de 20 minutos, el Atlético bajó el ritmo y dejó hacer a su adversario, que disfrutó ya de buenos minutos en el tramo final del primer acto. Lanzaron los almerienses hasta cinco saques de esquina casi seguidos y Lao Baptistao asustó a Oblak con un disparo lejano pero algo desviado.

El esloveno se lució tras la reanudación para desviar un frentazo de Embarba. La cita había cambiado. El Almería perdía, pero disfrutaba sobre el césped y actuaba con gran descaro. Simeone pensó en próximas citas y retiró a De Paul y Morata para premiar a Saúl y Memphis. Malas decisiones. Justo después acortó distancias Leo Baptistao, que le tiene tomada la medida a su exquipo. Esta vez, aprovechó un rechace 'in extremis' de Oblak tras un disparo que había golpeado en el propio brasileño. Justo premio para el bravo Almería.

Afloraron los nervios en el Metropolitano, sobre todo cuando Arribas acarició un empate que evitó Oblak. Es cierto que antes Griezmann no acertó en boca de gol a rematar un envío soberbio de Llorente, pero los andalucds eran superiores. Baptistao volvió a probar al portero local instantes después de un triple cambio del Cholo, nerviosísimo, y de que De Burgos cometiese dos errores. Se le acusa de no indicar un agarrón flagrante de Robertone sobre Memphis que debió ser penalti y cortar un contragolpe claro del Almería por una falta previa. Simeone pedía calma, pero estaba atacado. El duelo acabó en el alambre. Quién lo podía imaginar tras el primer tiempo.