La Real reacciona ante el Ajax para lograr una victoria de prestigio

Los cambios de Imanol, el primero de ellos obligado por la marcha de Aritz, que abandonó en camilla por una nueva dolencia en su maltrecho tobillo izquierdo, resultaron trascendentales para lograr la primera victoria europea en Anoeta, no sin fortuna, ya que el Ajax tuvo hasta dos disparos al palo antes del importantísimo tanto de Barrenetxea. A pesar de las dudas ofensivas y defensivas de la Real, que cometió demasiados errores en la primera parte que le pudieron costar muy caro, el equipo guipuzcoano se sobrepuso con grandeza y, liderado por Kubo, autor de un gol en una vertiginosa acción personal y de una asistencia, dio un exigido paso al frente tras el descanso.

El Ajax, uno de los conjuntos más poderosos de la Europa League, el más goleador de la competición, junto al Galatasaray, cayó en Anoeta porque la Real le minimizó en la segunda parte, perjudicado también el equipo holandés por la lesión sufrida por Brobbey. Aunque el Ajax tuvo un segundo remate al poste a la hora de partido, se acabaron en esa mitad la contras tan amenazantes de los neerlandeses y el peligro que suponía para la Real la presencia de Brobbey. También perdió la Real a Aritz por una desafortunada acción con Brais Méndez, pero el equipo de Imanol dio un cambio radical en el segundo tiempo para buscar con ahínco y mayor frescura e intensidad tres puntos vitales para reforzarse en la Europa League y reanimarse anímicamente.

Fue el incansable y desequilibrante Kubo quien se echó el equipo a la espalda para hacer olvidar los pobres 45 primeros minutos y revitalizar a una Real que, pese a sus dudas, ofensivas y defensivas, ejerció un sorprendente dominio en el segundo tiempo y no descansó hasta abrir el marcador. Pudo hacerlo poco antes del 1-0 con un gol de Aramburu que fue anulado por fuera de juego, y su insistencia y buen fútbol le recompensaron al final ante un adversario que estaba intratable hasta que llegó a Anoeta.

Sobrevivió la Real por la falta de gol del Ajax y, con el giro radical de mentalidad y juego del equipo donostiarra se adjudicó una victoria que se presume clave, cuando le queda recibir al colista Dinamo de Kiev y al Paok, con el líder Lazio entre ambos en el Olímpico de Roma.