La Real pasa a octavos en Europa 27 años después

En un partido de vuelta de errores de ambos equipos, después de adelantarse muy pronto con dos tantos, gracias a un regalo del que se aprovechó Brais Méndez, goleador también en la ida, y a una gran jugada de Oyarzabal, con asistencia de Barrenetxea, culminada por Sucic, la eliminatoria se complicó sin embargo para la Real cuando el delantero donostiarra cometió penalti. Barrenetxea derribó sin querer a Castillo cuando el encuentro caminaba por derroteros muy plácidos para la Real y, en cuanto el Midtjylland recortó diferencias desde los once metros, el conjunto de Imanol se vino abajo y el danés recuperó el balón y se creció.

Los nervios atenazaron entonces a una Real que se vio con un solo gol de ventaja dominada y el Midtjylland consiguió incluso empatar, gracias a un zurdazo de Osorio. En un cuarto de hora el conjunto danés había igualado el encuentro, después de que un resbalón en el área de Bech propiciase el 1-0 de Brais y la conexión Barrenetxea-Sucic pusiese el segundo en el marcador frente a un rival sobrepasado en los primeros minutos. Sin embargo, la Real reaccionó al final de la primera parte y, para evitar sufrir tras el descanso, dio un paso a frente y comenzó a crear y generar ocasiones.

Si no hubiese sido por el portero visitante y la falta de puntería de la Real, el conjunto guipuzcoano habría sentenciado su pase a octavos bastante antes. Lössl firmó dos paradones casi consecutivos antes de que Sucic, a punto de cumplirse el primer tiempo, diese el golpe de gracia al Midtjylland. Aun sin los sancionados Zubimendi y Aramburu, y con Kubo desapercibido en la vuelta en Anoeta después de su golazo en campo danés, la Real supo siempre controlar al adversario en el segundo tiempo.

Hasta que todo fue aún más fácil cuando el Mitdtylland se quedó con diez al ser expulsado con roja directa Dani Silva por una alevosa entrada a Zubeldia. Oyarzabal quiso ser de nuevo protagonista al provocar y marcar de penalti el cuarto y con el adversario entregado, su sustituto, Óskarsson, firmó la manita de un equipo al que el doble duelo ante el Midtjylland ha conseguido reanimar.