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Los jugadores del Krasnodar celebran uno de sus dos goles al Sevilla. Reuters
El Sevilla se estrella en Krasnodar
Jornada 2

El Sevilla se estrella en Krasnodar

Machín apostó por el 'equipo B', con muchas rotaciones, dando prioridad a la Liga antes que a la fase de grupos de la Europa League

LUIS F. GAGO

Sevilla

Jueves, 4 de octubre 2018, 07:49

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El Sevilla aterriza en tierras rusas con la esperanza puesta en regresar a la capital hispalense con una victoria que le haga poner tierra de por medio en el grupo de la Europa League. Para lograrlo antes tendrá que superar a uno de los equipos con mayor presupuesto de la competición, aunque no por caché propio ni títulos, sino por la inyección de económica que se lo permite su dueño, uno de los hombres más ricos y poderosos de toda Rusia, Sergey Galitsky. El Krasnodar es un equipo ruso hecho a imagen y semejanza de su mandamás, donde el talonario para atraer talento desde fuera se mezcla con jugadores sacados de una de las canteras más importantes actualmente de todo el territorio del este.

El estadio es más que conocido no solo por el aficionado medio sevillista sino también por la afición española ya que la selección, primero de JUlen Lopetegui y después de Hierro, convirtió Krasnodar en su búnker particular y cuartel general para preparar el que a la postre sería un amargo Mundial el verano pasado. Se trata de uno de los campos más tecnológicos, modernos y espectaculares del mundo con tan solo dos años de vida (pantallas LED enormes de 360 grados que se usaron en el amistoso España-Túnez previo al torneo), en el que tendrá la suerte de disputar un Sevilla que ya estaba acostumbrado a tener que jugar en sus estancias en Rusia en auténticos patatales hasta la fecha. Otra ocasión de oro para el equipo dirigido por Pablo Machín para hacer uno de sus juegos verticales y en diagonal que tanto gusta a la hinchada nervionense desde hace algunas semanas.

Desde la apabullante victoria en casa en la primera jornada de la liguilla de grupos frente al Standard de Lieja, con una goleada que casi hacía olvidar la derrota liguera del derbi y la desastrosa imagen ante el Getafe, empezó el Sevilla a subir como la espuma no solo en cuanto a juego, sino también en resultados y espectáculo hasta situarse como uno de los equipos más goleadores del viejo continente gracias a su dupla formada por André Silva y Ben Yedder, que ya es de las parejas de moda por todo el mundo.

Empero, para el encuentro frente a los rusos, Machín es consciente del descanso que precisan sus jugadores más importantes y de ahí que vaya a apostar por hacer rotaciones, sobre todo porque el viaje hacia Krasnodar es demasiado largo para la vuelta y en Liga ese sueño de luchar por lo más alto en la clasificación es demasiado jugoso como para arriesgarse en partidos menores de la liga de grupos por el momento. Ahora vive el Sevilla en un momento dulce gracias a las goleadas y los puntos que parecen haber asentado la táctica de Machín sobre el terreno de juego por lo que solo puede desear el cuadro técnico hispalense que la racha continúe el máximo de tiempo posible. Toca ganar, o al menos, no perder, en Krasnodar, allí donde se rompieron los sueños mundislistas de España este verano. La competición aún es demasiado larga y esto no ha hecho más que empezar.

Perdió el Sevilla en Krasnodar en un mal partido. Para Pablo Machín la clave por ahora en el comienzo del curso 2018-2019 es la Liga. Es a lo que toca darle prioridad y la competición fetiche de la entidad andaluza, la Europa League, es sólo un aperitivo que dirimirá su importancia a medio y largo plazo. Por ello el preparador soriano quiso dar descanso a su once de gala, aquel que ha dado alas al equipo y lo ha situado entre los favoritos en el campeonato local.

El máximo goleador de la competición en clave sevillista de la Europa League, Sarabia, se quedaba en el banquillo. Lo mismo ocurría con la pareja de moda en el viejo continente que también viste la elástica del equipo hispalense. Ben Yedder y André Silva tuvieron su merecido descanso para no arriesgar con los que han resucitado a un equipo que parecía noqueado tras la derrota hace dos semanas en el derbi. El tridente mágico vio desde el banquillo el segundo encuentro en la fase de grupos de la Europa League. Era el momento de los Muriel, Nolito, Promes y compañía. Muchos que la temporada pasada fueron titulares indiscutibles en un final agónico para los intereses hispalenses tenían un papel secundario y debían demostrar si merecían a lo largo de la presente campaña más oportunidades cuando llegase el momento importante. El primer paso para ello era el choque frente al Krasnodar en tierras rusas.

Krasnodar

Kritsyuk, S. Petrov, Martynovich, Spajic, Ramírez; Gazinski, Kaboré (Pereyra, min. 69), Mamaev (Suleymanov, min. 73), Wanderson (Okriashvili, min. 84); Cueva y Claesson

2

-

1

Sevilla

Sergi Gómez, Kjaer, Gnagnon, Jesús Navas; Nolito (Franco Vázquez, min. 76), Banega, Roque Mesa, Arana; Muriel (André Silva, min. 61) y Promes (Ben Yedder, min. 76)

  • GOLES 0-1, min. 44: Nolito; 1-1, min. 72: Pereyra; 2-1, min. 86: Okriashvili

  • árbitro Martin Strömbergsson (Sueco). Sin tarjetas.

  • iNCIDENCIAS Partido de la segunda jornada de la Europa League, disputado en el Krasnodar Stadium.

El encuentro comenzó como era esperado. Un rival rocoso como el local esperaba su oportunidad con juego agresivo a ras de césped y sin miedo al pentacampeón. El rey de la competición notaba que jugaba con su plan 'B', sin los hombres de peso del vestuario, pero sí con Navas y Banega, que mientras estén el campo dan un equilibrio perfecto a los nervionenses. La suerte también se alió con dos largueros del Krasnodar y un tanto al filo del descanso de Nolito tras rechazar en Kaboré. Un 0-1 real pero injusto a tenor del partido tibio que estaban haciendo los visitantes. Aunque suficiente para el objetivo sencillo que era el viaje hacia el este europeo.

Para la segunda mitad el guión fue el mismo. El Krasnodar se topaba con los palos para la suerte de Vaclik y el Sevilla intentaba finiquitar el choque a la contra con sus suplentes, aunque sin mucha fe en el fútbol desplegado. El tridente formado por Muriel, Nolito y Promes asustaba más por sus pésimas decisiones en jugadas clave que por su acierto de cara a portería. Que llegara el tanto del empate era cuestión de tiempo y así ocurrió a falta de poco más de quince minutos. Pereyra, recién entrado al campo, puso las tablas tras una pared dentro del área con Mamaev ante la permisividad defensiva.

Después del 1-1, Machín decidió sacar la artillería pesada e intentar arreglar el desaguisado de 70 minutos de nivel muy bajo. Con las entradas de André Silva, Vázquez y Ben Yedder, los sevillanos lograron asentarse por vez primera sobre el césped de Krasnodar, manejando el cuero con soltura y pisando el área contraria con cierto peligro. Empero, fueron los rusos los que lograron darle la vuelta al partido con un tanto de otro jugador de refresco, Okriashvili, después de una gran chilena ante la que no pudo hacer nada el cancerbero checo de los de Nervión. Derrota sin paliativos de un mal Sevilla.

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