La Real revive ante el United gracias al VAR

Oyarzabal no falló desde los once metros y, tras el empate, la Real se creció y el United se quedó sin capacidad de reacción, después de haber confirmado su superioridad al comienzo de la segunda mitad, con un contragolpe culminado por Zirkzee. Salvo en el penalti, la Real volvió a mostrarse inoperante en ataque en un duelo en el que hubo excesivo respecto por parte de ambos equipos y demasiado miedo por parte del conjunto de Imanol Alguacil.

La Real perdió a última hora a Zubimendi, que se levantó con fiebre y se cayó de la convocatoria, pero el United estuvo plagado de bajas en Anoeta y Rúben Amorim debió recurrir a todo lo que tenía para intentar dar el golpe en el encuentro de ida. Estuvo a punto de conseguirlo, pero el VAR delató a Bruno Fernandes y el tramo final, con la Real con mayor fe y energía, Óskarsson perdonó lo que hubiese sido, en el minuto 84, el gol del triunfo. Desperdició así la Real una grandísima oportunidad para hundir aún más anímicamente a este United que ya ha centrado todo lo que le queda de temporada en la Liga Europa, en la que es uno de los candidatos al título, aunque atraviese desde principios de curso una importante crisis.

La Real sobrevivió con su portería a cero hasta casi la hora de partido, después de salvarse del gol por la falta de puntería de los Diablos Rojos y por Aritz, el mismo jugador que fue expulsado en el último partido de Liga ante el Barça y que evitó que el United se adelantase en el tramo final de la primera mitad. En ese período, frente a un Manchester United encerrado y controlando, la Real nunca encontró el camino, buscando casi siempre a Kubo, y no tuvo un solo remate a portería, mientras que el conjunto británico generó peligro cada vez que llegó al área local.

Dio un paso al frente el United tras el descanso y a la Real, cuyo dominio anterior había resultado totalmente estéril, le tocó resistir atrás, aunque fue cazada por un contraataque letal cuando el equipo de Amorim estaba rondando el gol. Viendo tambaleándose al equipo de Imanol, el United siguió apretando, pero sin mordiente arriba, y Bruno Fernandes, que estaba siendo de los mejores de su equipo, cometió un error que costó el empate a los visitantes.

Entonces, la Real, aun sin demasiada convicción y sin atreverse a sentenciar ante el riesgo de que el United diese otro zarpazo, sí fue mucho mejor que el adversario en esa recta final y tuvo su momento en un remate de Óskarsson que se marchó fuera por muy poco cuando Anoeta ya cantaba el gol de la victoria. Incluso en el descuento Onana tuvo que responder a otro disparo del delantero islandés, que salió desde el banquillo con el marcador en contra y dio otro aire al ataque. Óskarsson no tuvo gol, pero gracias a la intervención del VAR, el mal fue menos para la Real.