Los penaltis eligen al PSG, que venga en Anfield la toma de París

En Anfield una gran ocasión de Salah, cuyo disparo repelió bajo palos Nuno Mendes, confirmó que la versión del Liverpool en su fortín iba a ser diferente a la del Parque de los Príncipes. Van Dijk incrementó la artillería 'red', pero curiosamente bajo un dominio inglés inédito en París fue precisamente cuando el PSG encontró el anhelado gol, obra de Dembélé.

La ventaja francesa, que equilibraba la eliminatoria, permitió al equipo de Luis Enrique desplegarse a la contra, su arma ofensiva predilecta. Barcola perdonó el 0-2 y aunque el Liverpool tampoco renunció al ataque en un bonito ida y vuelta, lo cierto es que Kvaratskhelia también rozó el tanto.

El líder de la Premier dio un paso más en la reanudación, pero un tanto de Szoboszlai lo malogró el fuera de juego previo de Luis Díaz. Merecía más el equipo de Arne Slot, al que entre las meritorias paradas de Donnarumma, una acción providencial sobre la línea de Kavaratskhelia y el palo, en un cabezazo de Quansah, negaron el gol.

Como el Liverpool en París, el PSG resistió y llevó la eliminatoria a la prórroga, en la que Doué y Dembélé pusieron el peligro en mitad del respeto que condujo a los penaltis. Desde los once metros Vitinha, Gonçalo Ramos, Dembélé y Doué acertaron para el conjunto francés, al que los errores de Darwin Núñez y Curtis Jones llevaron a cuartos de final.

Mucho más cómodo fue el pase del Bayern, que visitaba al Bayer Leverkusen con el enorme colchón del 3-0 en Múnich e hizo los deberes en un duelo que dominó y también ganó con goles del voraz Harry Kane y Alphonso Davies.

Su rival en cuartos será el Inter de Milán, que logró el objetivo sin ningún apuro y de hecho se permitió el lujo de reservar a Lautaro Martínez. El gol de Marcus Thuram a las primeras de cambio puso la eliminatoria todavía más cuesta arriba al Feyenoord, que recurrió al orgullo y encontró la diana de Moder, desde el punto de penalti, contrarrestada por Çalhanoglu, también de pena máxima.