Luis Enrique rompe el maleficio y le da al PSG la primera Champions de su historia

A diferencia de aquel encuentro, en el que el cuadro 'rossonero' dispuso de mejores ocasiones pero le faltó puntería, todo el mérito correspondió esta vez al campeón, que gobernó de principio a fin un duelo que consagra la revolución que ha llevado a cabo Luis Enrique desde su aterrizaje en París. El asturiano cogió hace dos años a una escuadra desprovista de capacidad de sacrificio y la ha convertido en una tropa increíblemente solidaria que no dio opción alguna a un Inter superadísimo por los acontecimientos en el Allianz Arena.

Un gol de Achraf Hakimi, otro de Kvicha Kvaratskhelia, uno más de Senny Mayulu y un doblete de Désiré Doué sirvieron para endosarle la mayor goleada vista en una final de la máxima competición continental a un Inter que se vio desbordado en todo momento por el vendaval físico y táctico de los parisinos y coronaron por primera vez como campeón de Europa a un PSG que supo encontrar el trayecto hacia al paraíso sin la capacidad depredadora de Kylian Mbappé, pero con un sargento de hierro como Lucho al frente de un ejército de legionarios que aplica al dedillo cada uno de sus postulados.

Tras ganar la Liga y la Copa francesas, el que fuera seleccionador español abrochó su segunda 'orejona' como técnico diez años después y en el mismo país en el que reinó con el Barça, redondeando con ello un año de ensueño que le unge como el segundo entrenador capaz de amarrar un triplete con dos equipos distintos, después de que Pep Guardiola consiguiese la misma hazaña con el Barça en 2009 y con el Manchester City en 2023. Es, además, el sexto preparador que gana la Liga de Campeones con dos escuadras diferentes, ingresando en el selecto club que tiene como distinguidos socios a Carlo Ancelotti, Ottmar Hitzfeld, Jupp Heynckes y José Mourinho, además de al estratega de Santpedor.

No hubo más colores que los del PSG en un pleito que los parisinos dominaron a su antojo frente a un Inter irreconocible que fue incapaz de plantar batalla ante el huracán galo que se le vino encima. Los parisinos convirtieron el rectángulo de juego en un embudo para los italianos y diluyeron enseguida esa larga guerra de desgaste que quería Simone Inzaghi haciendo gala de una demoledora exuberancia física que enterró en apenas 20 minutos a los 'nerazzurri'. Primero fue Doué el que aprovechó un fabuloso pase de Vitinha y un error conceptual de Dimarco para regalarle un gol a Achraf Hakimi. Y luego culminó el joven talento galo un contragolpe lanzado por Kvaratskhelia y Dembélé, doblando la renta con un derechazo que tocó en Dimarco lo suficiente para despistar a Sommer.

Perseguía sombras el Inter sin la pelota, embrujado por la fluidez de un centro del campo liderado por Vitinha y sojuzgado una y otra vez por el asombroso despliegue que ofrecían los centuriones de Luis Enrique. Porque la ventaja no disminuyó ni un ápice la ambición del PSG, sino que reforzó el agresivo planteamiento del estratega asturiano, que pasaba por comerle la moral a su adversario con y sin la pelota. Brutal exhibición del conjunto galo, que apresó a los de Inzaghi y apenas les concedió una pequeña rendija para soñar con recortar distancia en la primera parte a través de un cabezazo de Thuram a la salida de un córner que el delantero francés cruzó demasiado.

Fue apenas un espejismo, porque los espacios que se abrieron en la segunda parte, con el Inter yendo a la desesperada en busca de un gol que le diese esperanza, permitieron que el PSG aumentase un correctivo que pudo ser aún más escandaloso para entrar por todo lo alto en la historia y espantar los fantasmas del pasado.