El Barça sale ileso de un tiroteo, pero se queda sin liderato

El encuentro comenzó siendo una declaración de intenciones por parte de ambos equipos. Flick y Gasperini son dos entrenadores que tienen en su ADN el fútbol de ataque y eso condicionó un inicio que se convirtió en un ida y vuelta. Y es que los dos equipos presionaron en campo contrario, incomodaron la salida del rival y provocaron errores que bien pudieron costar caro al Barça de no ser por Szczesny, que intervino en dos ocasiones ante Retegui. El meta polaco se consolida en un once en el que también estuvo Eric García para dar descanso a Cubarsí y Frenkie de Jong, que hizo lo propio con Marc Casadó.

La apuesta del Barça no varió en cualquier caso. Los culés trataron de ser protagonistas y, tras las primeras dudas, lograron asentarse pese a la presión asfixiante del Atalanta. Lo hicieron en una primera parte que fue de más a menos y en la que solo Lamine Yamal logró ser una amenaza para los de Gasperini. El joven extremo pidió el balón en todo momento, encaró a su par de manera constante y probó en tres ocasiones a Carnesecchi, muy seguro en las pocas intervenciones que tuvo que realizar. Pese a la mejoría culé, el susto llegó antes del descanso después de que el VAR anulase un gol a Zappacosta por un fuera de juego milimétrico.

Tras la reanudación el Barça logró por fin salir de la emboscada que le había presentado el Atalanta. Lo hizo tras una descarga sensacional de Lewandowski, que puso a correr a Raphinha para que el brasileño dejara a Lamine Yamal solo ante Carnesecchi. El 19 recortó con la derecha y definió con la izquierda para poner en pie a un Lluis Companys que ya llevaba 47 minutos rendido a sus fintas.

El gol liberó al Barça y puso en un brete al Atalanta, que debía decidir si asumir aún más riesgo o minimizar daños, ya que la derrota por la mínima le servía para seguir en la Champions. En esa indecisión nunca vive Gasperini. El técnico italiano mantuvo la apuesta pese a que Lamine Yamal tuvo en sus botas el segundo y el premio le llegó con un latigazo de Ederson desde la frontal ante el que poco pudo hacer Szczesny.

Fue un paso más en un partido que fue ganando en intensidad en los últimos minutos. La necesidad de los dos equipos hizo que el intercambio de golpes fuera constante y que se resolviera con tablas. Araujo hizo el segundo de los azulgranas tras un remate en un saque de esquina y Pasalic empató el choque en la recta final batiendo por bajo a Szczesny. Así, los italianos se aseguraron estar en octavos y los culés estar entre los dos primeros, el objetivo que Flick tenía marcado en rojo.