El Arsenal saca los colores al Madrid en Londres

Sin grandes estrellas, pero rápido, versátil y muy bien trabajado tácticamente, el Arsenal le marcó tres a un Madrid calamitoso y pudieron ser bastantes de no ser por los milagros de Courtois. Siempre quedará apelar a la magia del Bernabéu, a una reacción heroica de los merengues y a que el rival acuse el tradicional miedo escénico en el coliseo merengue, pero lo más normal es el fin de trayecto europeo del Real Madrid.

Apostó al final Ancelotti por Valverde y Alaba en los laterales y un 4-4-2, con Bellingham y Rodrygo de interiores y Camavinga y Modric en la sala de máquinas. Controvertidas decisiones del experimentado técnico italiano por varios motivos. El uruguayo cumple donde le pongan, pero no es un especialista como defensor derecho, y el austriaco sigue falto de ritmo tras una lesión que le tuvo un año en el dique seco y no juega en el costado izquierdo desde que lo hizo en 2023 ante el Unión Berlín. Y cambiar el dibujo en función del rival, es un mensaje negativo letal.

No dio buenas sensaciones el Madrid ya en el primer acto, pero le sujetaron Courtois, el de casi siempre, y la falta de pegada de un Arsenal que acusó entonces tener que actuar con Mikel Merino de improvisado ariete ante las ausencias del brasileño Gabriel Jesus y del alemán Havertz. El Madrid sufría ante la presión de un equipo londinense más rápido y organizado. Tres saques de esquina casi seguidos evidenciaron el mayor dominio local. En uno de ellos, el balón superó a Courtois, pero Saliba evitó sin querer bajo palos.

Martinelli y Bukayo Saka, con la ayuda de Odegaard, hacían sufrir cuando encaraban a los dos laterales improvisados por Ancelotti, pero menos mal para los blancos que sus acciones no hallaban rematador por la falta de ese ariete de oficio. Sobre todo generaron pánico un par de pases de la muerte de Saka que rondaron el área pequeña sin que nadie tocase el balón.

Al menos el Madrid tiró de oficio y cortó el ritmo del adversario algunos minutos a base de toque y templanza. Incluso dispuso de una ocasión extraordinaria, fruto de una maniobra de Bellingham, el desmarqué de Mbappé y el posterior disparo con el interior del francés que salvó David Raya. Aceleró de nuevo Arsenal hasta los compases finales de ese período inicial. Pero emergió el gigante Courtois para desviar un cabezazo picado de Declan Rice y el posterior disparo de Martinelli.

En los compases iniciales del segundo acto, enorme respeto entre los dos contendientes, más preocupados de no cometer errores y de no dejar correr al rival que de generar juego. Pero llegó la innecesaria falta de Alaba a Saka, la pésima colocación de la barrera por parte de Courtois y la soberbia ejecución de Rice con enorme efecto. A partir de ahí, el desastre.

Courtois evitó por unos instantes el drama con doble parada a Rice y Merino. Entre una acción y otra, Alaba salvó bajo palos. Sin sucesión de continuidad, otra desatención en las segundas jugadas le pudo costar carísimo al Madrid, pero esta vez fue Bellingham el que apareció en situación límite. Llegó otra falta evitable y otro lanzamiento magistral de Declan Rice. Se retiró lesionado Saka, lo que en teoría era una buena noticia para el Madrid, pero intervino Trossard y pudo la guinda Mikel Merino de enorme zurdazo. Significativo que los primeros cambios de Carletto fueran para cambiar a sus laterales. Para colmo de males, Camavinga acabó expulsado.