El uno a uno del Suiza-España: Unai Simón, el mejor

¡Magistral! ¡Enorme! ¡Brutal! Ya demostró ante Croacia que su error no le afectó. Y ante Suiza se convirtió en el héroe de la selección. Detuvo dos penaltis, asustó a Vargas... ¡A semis!

Mantuvo el tipo, el lateral navarro siempre cumple. Aunque se echó una pizca de menos su vertiente más ofensiva. Tampoco es que tuviera demasiado trabajo atrás.

No se entendió con Laporte en la diana que permitió empatar a Suiza. Y también provocó dudas en la salida de la pelota. Su vuelta a la titularidad

Demasiado trabajo tuvo en los cuartos. Encargado de empezar la jugada, de achicar los huecos que dejaba su compañero. Y, en líneas generales, no desentenó y siguió con su gran Euro.

Se atrevió a disparar y, con fortuna, marcó. Pero es que también subió, se sacó algún centro... Y le aguantó la gasolina hasta el final. Generó peligro, aunque sin consecuencias.

Shaqiri primero, y luego el resto de elementos helvéticos impidieron que el cerebro de España funcionara. La brújulo no tuvo su día. Y encima falló el primer penalti. A recuperarse.n

El centro del campo de La Roja nunca estuvo cómodo y el madrileño acusó la presión helvética. Se le vio menos de lo habitual, sin llegadas desde la segunda línea... Escaso protagonismo.

Buscó generar peligro, pero los suizos sabían que debían frenarle. Ofreció su desparpajo a cuentagotas, aguantó casi hasta el final de la prórroga. Pero le faltó una pizca.

Desde que empezó el partido, sintió molestias. No gozó del impacto de encuentros anteriores, sin duda lastrado por esa dolencia. De hecho, se quedó en el banquillo en el descanso.

Lo intentó de mcuhas maneras, en un partido duro, complicado. Se sacó un formidable centro al que no llegó Morata. Era el día de las bandas, pero no generó el peligro necesario.

El peor partido en lo que va de Europeo. No se le vio cómodo en ningún momento. Su trabajo resultó infructuoso, sus compañeros no le encontraron y él sufrió para hacerse ver.

Lo intentó de todas las maneras posibles, sin suerte.

Falló un penalti.

Poco tiempo.

Incisivo, se necesitaba su carácter.

Sangre fria para marcar el penalti definitivo.

Marcó el penalti en la tanda, pero ¿qué hubiera ocurrido si todas las ocasiones que falló hubieran sido por parte de Morata?