Rodri, de central en el Mundial a héroe en la Euro

De la Fuente tiene claro que sólo alinea a jugadores en su posición natural. Y a nadie se le escapa que la de Rodri es la de mediocentro. Ante Georgia cumplió el doble papel de arquitecto y de héroe de la selección. Y se llevó con todo merecimiento el reconocimiento de ser nombrado MVP del partido.

La jugada la inició el propio jugador del Manchester City. Controló al borde del área y buscó por fuera a Nico Williams. Frente a las prisas de otros compañeros en esos momentos de tensión, el extremo del Athletic tuvo sangre fría para pararse, levantar la cabeza y tomar la decisión más acertada.

Devolvió la pelota a Rodri. El madrileño la recibió con un golpeo de zurda. El primer remate ante el que por primera vez en la noche no pudo hacer nada Mamardashvili.

Rodri firmó el gol más importante de España, el del empate, el que espantó los fantasmas que comenzaban a divisarse en la lluviosa noche de Colonia. Llegó la diana en un momento de máxima tensión para La Roja. Georgia se había adelantado con el autogol de Le Normand sin rematar siquiera a puerta. Para ese momentos el grupo de De la Fuente había rematado siete veces a puerta, lanzado seis córners, tenía una posesión del 78% y había dado 238 pases por apenas 42 del rival. La inferioridad georgiana era tal que sus hinchas gritaban enfervorecidos cada vez que pasaban del centro del campo.

Pero estaban por delante y el recuerdo de lo sucedido con Marruecos en el Mundial había estado muy presente entre los internacionales en su hotel de concentración en la Selva Negra, según ellos mismos comentaban.

La ansiedad crecía porque el empate no llegaba. Y cada vez era mayor la diferencia entre la España que no había encajado un gol y la que iba por detrás en el marcador. Era mucho peor la segunda.

La diana reafirma además la importancia de Rodri, Ya no es sólo el mejor pivote del mundo por lo que hace en su puesto. Cada vez aporta más en el área rival. Como disparar desde fuera del área. El de Colonia fue su décimo tanto de la campaña entre su club (9) y la selección (1), el mejor registro de su carrera y una cifra muy destacable para un jugador que su último año en el Atlético de Madrid (2018-19) lo cerró con tres tantos.

Además, es toda una rareza que España marque desde fuera del área. El último que lo hizo en una Eurocopa fue Raúl a Eslovenia. Y han pasado 24 años desde entonces.

El gol de Rodri fue festejado como se merecía, con la rabia de quien siente que se trata de una liberación. Corrió hacia la banda para festejar con los suplentes y allí compuso con toda la plantilla la piña del gran alivio. Quien más quien menos ya había comenzado a pensar en que España podía estar ante el mayor batacazo de su historia.

Si el primer gol nació gracias a una inteligente decisión de Nico Williams, el segundo arrancó con un exquisito pase del otro extremo, Lamine Yamal. Colocó una pelota medida en el segundo palo y Fabián apareció para anotar de cabeza. El de Los Palacios está de dulce con La Roja. Ha anotado tres goles en sus últimos cuatro encuentros. El centrocampista del PSG asume de buen grado el papel de talismán.

Su Eurocopa es excepcional y eso que no estaba claro que fue titular porque la competencia con Mikel Merino es importante. Anotó ante Croacia y lo volvió a hacer frente a Georgia. Nadie duda ahora de que el puesto en el once es suyo.

La diana de la tranquilidad llevó al firma de Nico Williams, el mejor de España en el torneo y quien además estrena su cuenta realizadora en el torneo. Fue un contragolpe lanzado por Fabián en el que el jugador del Athletic puso su gran virtud, capacidad para conducir en velocidad. Se presentó ante el portero del Valencia y le colocó un soberbio remate, uno de esos goles que hace temer a los hinchas del Athletic que venga un poderoso club con su cláusula de 58 millones.

España había superado el inesperado sofocón. Y para celebrarlo Olmo anotó el cuarto. Una diana cuyo mayor valor es que le reivindica para tener más minutos. Alemania espera a un equipo que siente capaz de superar cada tropìezo.