El cuartel general de la selección italiana, un feudo contra el coronavirus

El cuartel general de Coverciano, inaugurado en 1958 en las afueras de Florencia, en el que se gestaron los grandes triunfos de Italia, de la Eurocopa de 1968 a los triunfos mundialistas de 1982 y 2006, ha abierto sus puertas para recibir a las personas mayores que necesiten ultimar su recuperación.

El mundo del fútbol italiano, que en las últimas semanas contribuyó con donaciones millonarias para combatir el coronavirus, fue protagonista de un gesto noble, empujado por el presidente de la Federación de Fútbol italiana (FIGC), Gabriele Gravina.

El centro técnico, situado a 50 kilómetros de Florencia y protegido por los cerros de Fiesole y Settignano, ha dedicado un edificio entero a la recepción de personas contagiadas, con 54 habitaciones a su disposición.

Se trata de habitaciones en las que residen habitualmente los integrantes de las selecciones italianas, de las absolutas masculinas y femeninas hasta las juveniles, durante sus concentraciones, incluidos los técnicos.

Tras los pertinentes controles de la Protección Civil italiana, el centro técnico de Coverciano recibió el visto bueno y acogió este lunes los primeros cuatro pacientes contagiados. Este martes y miércoles llegarán otras diez personas, hasta ir llenando poco a poco toda la instalación.

Se trata de personas mayores procedentes de la residencia «Il Bobolino» de Florencia, que dieron positivo por coronavirus y que se encuentran asintomáticas, pero imposibilitadas de regresar a sus habitaciones habituales.

Los pacientes recibieron el alta médica y están completamente autónomos y clínicamente recuperados, pero al dar todavía positivo por coronavirus, deben cumplir con el aislamiento.

«Me alegra que nuestra disponibilidad haya sido aceptada con entusiasmo por el alcalde de Florencia, Dario Nardella. Estamos disponibles para ayudar con todo en la gestión de la emergencia. Espero que nuestras instalaciones puedan ayudar a los pacientes a completar su recuperación», afirmó Gravina en declaraciones facilitadas por la FIGC.

«Doy las gracias al presidente Gravina y a la FIGC por poner a disposición de Florencia la estructura de Coverciano. Es la primera vez que ésta se utiliza por razones sanitarias. Es algo que se quedará en la historia, pero sobre todo nos ayudará a gestionar esta fase de emergencia», dijo Nardella, alcalde florentino.

Se trata de días históricos en este contexto de alarma para un centro deportivo que representa un sueño para todo joven futbolista que crezca en Italia. «El deporte es importante para todos. Poner Coverciano a disposición acerca aún más la selección italiana a las personas italianas. En este momento es lo que necesitamos», aseguró Mancini, seleccionador 'azurro' al comentar la iniciativa de la FIGC.

Una iniciativa que se suma a una larga serie de acciones benéficas protagonizadas por el mundo del fútbol italiano. En los últimos días, el presidente de la Juventus Turín, Andrea Agnelli, donó 10 millones de euros y dispositivos médicos para combatir el coronavirus y a este gesto se sumó la plantilla de su club al promover una recogida de fondos a través de la plataforma 'Gofundme'.

También el Milan, la Roma, el Nápoles o el Inter de Milán, cuyo presidente, el chino Stephen Zhang, donó 300.000 mascarillas a unos hospitales de la región Lombardía, se sumaron a las iniciativas benéficas.

El sueco Zlatan Ibrahimovic, del Milan, Federico Bernardeschi, de la Juventus, o Lorenzo Insigne, del Nápoles, abrieron además unas recogidas de fondos personales para dar otra aportación en esta crisis sanitaria.