Un brasileño sofoca definitivamente la rebelión de su país en el Mundial de Clubes

El conjunto de Enzo Maresca, muy superior, animó el partido de inicio poniendo cerco al área del Flu. Era mejor el cuadro inglés y las ocasiones 'blues' cuando Joao Pedro, precisamente un futbolista criado en Fluminense, llevó la lógica del juego al marcador con un remate endiablado desde la frontal del área, imparable para el veterano Fabio.

El bando carioca, acostumbrado a sobrevivir en el torneo desde la defensa, pareció sin respuesta hasta la fenomenal oportunidad para el empate de Hércules, desbaratada por el eléctrico Cucurella sobre la misma línea de gol. De menos a más, el último representante de la rebelión brasileña en el Mundial sacó las garras en el tramo final de la primera parte, y demostró que ni mucho menos la suerte de la semifinal estaba todavía decidida. Su esfuerzo pudo encontrar recompensa con una mano de Chalobah en el área inglesa, pero el VAR enmendó a Letexier al no considerar la acción punible.

La polémica arbitral y el descanso cortaron de raíz la reacción carioca, pues el Chelsea volvió a dominar tras el paso por los vestuarios, y este paso al frente lo refrendó de nuevo Joao Pedro, implacable con los suyos con otro derechazo incontestable. Fue demasiado para el Fluminense, incapaz de dar la vuelta a una situación límite y que se tuvo que conformar con evitar una derrota más amplia.