Eric Montes da aire al Girona en el tiempo añadido

El conjunto albiazul llega en el mejor momento del curso en segunda posición y con 20 puntos en la clasificación liguera, aunque las eliminatorias coperas no suelen depender del momento de juego en el campeonato al ser otra competición que se disputa en eliminatorias.

En las últimas ediciones, la Copa del Rey se la ha dado bien al conjunto vitoriano que alcanzó la final en la temporada 2016-17 por primera vez en su historia y el curso pasado fue eliminado en los penaltis por el Valencia en cuartos de final.

Para este primer cruce Abelardo contará con los futbolistas que menos han participado en LaLiga Santander y tendrá las ausencias de los lesionados Rodrigo Ely, Adrián Marín, Mubarak Wakaso y Ximo Navarro.

A estos jugadores se les suma el centrocampista Tomás Pina, que debe cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones durante el choque ante el Valencia la pasada campaña y que ejecutará en esta ocasión porque el Alavés no pasó la eliminatoria.

Así, es posible que Abelardo recupere la disposición táctica 4-3-3 que tan buenos resultados le ha dado en la liga doméstica y formará con Antonio Sivera en la portería y una defensa de cuatro zagueros compuesta por Carlos Vigaray, el chileno Guillermo Maripán, Adrián Diéguez y en la que podría entrar el lateral juvenil Javi López, internacional sub-17.

En el centro del campo, cabe la posibilidad de que el asturiano apueste por un trivote compuesto por el serbio Darko Brasanac, el capitán Manu García y Dani Torres, mientras que los hombres más adelantados podrían ser Jorge Franco «Burgui», el ghanés Patrick Twumasi y el sueco John Guidetti.

Esta será la segunda vez que se enfrenten vascos y catalanes en Copa del Rey, después del único encuentro en el que se midieron ambas escuadras con resultado a favor de los gerundenses.

Aquel duelo disputado en Montilivi en la campaña 2013-14 concluyó con empate a cero y tras 30 minutos de prórroga, los locales se impusieron en los penaltis por 4-2.

En aquel momento, los dos equipos competían en Segunda División y estaban entrenados por Ricardo Rodríguez y Natxo González.

Para el Girona este compromiso se presenta en el peor momento posible debido a las numerosas bajas que tiene por lesión Eusebio Sacristán.

Con la sufrida victoria del sábado pasado contra el Rayo Vallecano en Montilivi (2-1), el Girona dejó atrás una racha de hasta cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria en liga. Sin embargo, el precio a pagar resultó extremadamente alto para el cuadro rojiblanco, que perdió por lesión a Aday Benítez, Juanpe y Portu, tres futbolistas que se suman a Cristhian Stuani, Àlex Granell y Johan Mojica en la extensa nómina de lesionados rojiblanca.

La plaga de bajas que ha afectado el vestuario de Montilivi en las últimas semanas obligará a Eusebio Sacristán a contar con varios futbolistas del Peralada-Girona B, además de los habituales Pedro Porro y José Aurelio Suárez, para completar la convocatoria para el primer encuentro del curso en un torneo que la afición rojiblanca, más partidaria de concentrar los esfuerzos en la competición regular, nunca ha visto con demasiada ilusión.

La hinchada del Girona, de hecho, tiene argumentos para creer que la Copa del Rey es poco menos que un estorbo para sus futbolistas al que hay renunciar por la vía rápida para poder aspirar a conseguir buenos resultados en la liga.

Y es que, la única vez en las últimas seis temporadas en la que el Girona celebró un triunfo en la competición del KO (2014-15), el equipo acabó salvándose del descenso a Segunda B en la última jornada de la liga; mientras que, en las otras cinco campañas, acabó siempre en la parte alta de la clasificación.

Eric Montes dio aire al Girona en el tiempo añadido al anotar el empate a dos cuando parecía que el Deportivo Alavés se iba a llevar el triunfo tras remontar con dos goles de Rubén Sobrino y Martín Aguirregabiria en la segunda mitad.

El equipo de Eusebio Sacristán se puso por delante con un gol de Pedro Alcalá y sacó mucho partido a las jugadas de estrategia para lograr la igualada y regresar con una ligera ventaja a Montilivi, donde se decidirá la eliminatoria.

Tras la primera toma de contacto entre los dos equipos, el Girona dio el primer aviso en el minuto 9 con un cabezazo de Pedro Alcalá tras un saque de esquina que repelió con el antebrazo Antonio Sivera, quien demostró grandes reflejos en su primera intervención.

Seguidamente, Borja Bastón estuvo a punto de sorprender a Gorka Iraizoz después de una duda de la zaga y el portero vasco que estuvo a punto de aprovechar el delantero madrileño, que no llegó a empujar con comodidad el esférico.

El partido comenzó a animarse y el plantel catalán volvió a aprovechar una nueva oportunidad a balón parado con otro remate en el minuto 18 de Pedro Alcalá, que no encontró la oposición del guardameta local y consiguió el primer tanto del choque con un gran testarazo.

El Alavés intentó adueñarse del balón tras recibir el gol, mientras que el Girona buscaba la velocidad al contraataque, pero eran los vitorianos los que rondaron en más ocasiones el área visitante, aunque sin excesivas ocasiones.

En el minuto 32, una jugada de estrategia a partir de un saque de banda provocó la mejor ocasión para el Alavés con un remate del serbio Darko Brasanac a bocajarro tras una cesión de Borja Bastón que despejó con la pierna Gorka Iraizoz para evitar el empate.

Los de Abelardo Fernández comenzaron a tener más profundidad, pero no llegaron a materializar las aproximaciones que se sucedieron ante la meta visitante.

La primera mitad concluyó con una caída de Borja Bastón en el área por la que el publicó reclamó penalti, pero el colegiado Cordero Vega no consideró señalar la pena máxima.

Tras el paso por vestuarios, el equipo vasco continuó con la idea mantener la posesión y progresar, pero el Girona estuvo muy bien posicionado defensivamente y evitó los avances de los locales, a pesar de que el balón no duraba demasiado tiempo en las botas de sus jugadores.

En el minuto 55, Martín Aguirregabiria estuvo cerca de sorprender a Gorka Iraizoz con un centro que se fue cerrando y obligó a intervenir al portero visitante para evitar que se colara en la portería.

En el córner posterior, fue Borja Bastón el que, con un remate de cabeza, rozó el empate tras una mala salida de Iraizoz.

Los babazorros dieron un paso adelante, al tiempo que los rojiblancos se metieron atrás e intentaron sorprender con la velocidad de sus canteranos, a los que Eusebio Sacristán alineó de inicio para poner remedio a la plaga de bajas que azotó a su equipo.

En el minuto 62 llegó el empate del Alavés, después de una pérdida de balón del Girona y una jugada personal de Jorge Franco «Burgui», que puso el balón en el segundo palo para que Rubén Sobrino empujara el balón con la cabeza.

El gol animó aún más al equipo albiazul, que continuó ahogando a los gerundenses durante los minutos posteriores a la igualada, pero fue el Girona el que se encontró con el poste al intentar el segundo gol.

En el minuto 79, una buen pase de Valery Fernández lo remató de cabeza el hondureño Anthony Lozano, pero un palo evitó que los catalanes se adelantaran de nuevo.

En la recta final del partido, en el minuto 88, una combinación por la banda izquierda entre Burgui y Martín Aguirregabiria dio paso a una gran jugada personal del canterano albiazul, que, tras recortar a dos defensas rojiblancos dentro del área de forma consecutiva, cruzó el balón para culminar la remontada del Alavés.

En el tiempo añadido, el Girona aprovechó de nuevo una jugada de estrategia y Eric Montes logró el empate con un cabezazo dentro del área pequeña tras una prolongación de Bernardo.