El Barça revivió su peor pesadilla

«No es mi peor noche, pero si es una noche difícil de digerir y que nos duele a todos como culés. Hay detalles en los que hemos de saber competir mejor. El equipo lo ha dado todo y hemos hecho una gran primera parte, pero así es el fútbol», afirmó Xavi en la rueda de prensa posterior a la contundente derrota de su equipo frente al Real Madrid. El técnico catalán reconoció que a los suyos todavía les falta un plus en este tipo de enfrentamientos en eliminatorias y no pudo evitar echar la vista atrás para recordar otras grandes citas en las que los culés se llevaron varapalos similares.

Y es que el clásico tuvo un poco de 'déja vú' para el aficionado azulgrana. Ya lo expresó el Eintracht a través de su cuenta de Twitter con un «esta fiesta de blanco ya la vimos». La vimos de blanco, pero también de rojo en varias ocasiones. El Barça se desplomó mazazo tras mazazo. No tuvo tiempo apenas para reaccionar al primer gol y se encontró el segundo tras el descanso. Ahí, tras un estéril arrebato, vino el tercero con el penalti a Vinicius y la auténtica pesadilla, esa en la que el Barça da tres pasos hacia atrás en el proyecto y retoma las noches de crisis absoluta y goleada en contra, las de no saber competir en las citas importantes y sentir que hay un abismo entre la situación actual y volver a reinar en el Viejo Continente.

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El Camp Nou no solo vivió la pesadilla de recibir cuatro goles ante el eterno rival en casa, sino que además se teletransportó de forma irremediable a otras citas europeas de infausto recuerdo. Aquel sonrojante 4-0 de Liverpool, aquel 3-0 de la Roma en Italia, aquel provisional 0-3 del Eintracht en la Europa League o aquellas recurrentes goleadas frente al Bayern. Todas esas noches se le pasaron por la cabeza al aficionado culé en un encuentro en el que los azulgranas fueron de más a menos y terminaron sucumbiendo de forma cruel ante un Madrid que finalmente sí era el favorito para llevarse la eliminatoria.

El Barça se encontró además con el problema añadido de que casi no tuvo tiempo para cambiar el curso de los acontecimientos. En apenas un cuarto de hora se vio con un 0-3 en el marcador que obligaba a los culés a exponerse más con el riesgo de hacer aún más grande el agujero que ya tenían en la faceta defensiva. Xavi no dio con la tecla en los cambios al introducir a Ansu Fati, Eric García y Ferran Torres y el Real Madrid pasó a campar a sus anchas ante los espacios que había a la espalda de los centrocampistas culés, más adelantados en busca de recortar distancias. Vinicius, Benzema, Rodrygo o Asensio se divirtieron a costa de un equipo al que le atropelló el eterno rival y le hizo un traje de los de antaño, de esos que abrieron otras grandes crisis en el seno del club culé.