Ziv dice haber sufrido «acoso» en su estancia en Granada y el club ve «falsedad» en sus palabras

La periodista relata «un calvario» en España desde el 7 de octubre de 2023 y el momento que estalla la guerra de su país, justo antes de la visita del Baskonia al Palacio de los Deportes. A partir de ahí habla de un cambio de actitud en el entrenador del Covirán, Pablo Pin, la preocupación por sus familiares que luchan en Gaza y la amistad con su compatriota Weissman, futbolista del Granada.

La publicación se refiere textualmente a «una pesadilla que Ziv llama abuso. Ignorancia del entrenador, banquillo (suplencia), destitución de la plantilla (baja en la ficha) y exclusión de los entrenamientos habituales con sus compañeros (en grupo) y, finalmente, la salida del club». «Tuve buenos partidos. Aunque no éramos los leones de la liga española, competimos igualitariamente contra equipos de arriba. Lo pasé muy bien al principio, pero a partir del 7 de octubre (de 2023) pasé por una etapa muy desagradable, tanto a nivel profesional como personal», escribe la autora.

El ex base nazarí apunta haberse sentido «abandonado». «No sentí antisemitismo al nivel que he experimentado, pero tienes miedo de hablar hebreo en la calle. Estás constantemente mirando a izquierda y derecha. El mayor problema fue que el grupo simplemente no me apoyó, me abandonaron».

Y abunda en que «no estaban interesados en mí en absoluto. No ganamos en ese momento y pensé en cómo podría hacer las cosas de otra manera, pero en retrospectiva me di cuenta de que no tenía nada que ver con el baloncesto, que simplemente no me querían, nadie me lo dijo directamente que era por ser israelí y judío, pero ese fue mi sentimiento. Estuve en un lugar de trabajo que no me trataban, no me dejaban jugar, me separaban de los entrenamientos del equipo. Me hacían sentir que querían cortarme, pero no tenían base para hacerlo. Intentaron decir que era profesional, pero eso es gracioso».

Ziv agrega que Pin le pidió mejorar con paciencia, pero que después no volvieron a hablar. «No hay duda de que es porque soy israelí y judío. Simplemente me expulsaron. Me dejó una cicatriz, porque es la primera vez que voy a Europa y lo esperaba con muchas ganas».

Yiftach Ziv manifiesta que «no me dijeron que me iba, simplemente intentaron obligarme a irme. Antes de uno de los partidos fuera de casa me dijeron que no viajaba con el equipo y no me explicaron nada. No me preguntaron si necesitaba algo. El entrenador a veces no me decía buenos días, no me miraba. Era una ilusión».

Y cuenta que en el desplazamiento a Bilbao hubo seguridad. «Me dije a mí mismo: vaya, el equipo se entrega y se preocupa. Más tarde me quedó claro que el presidente del club dijo, en una entrevista, que lamentablemente hay un jugador israelí en el equipo, y no se sentían seguros. Luego me di cuenta de que trajeron protección para ellos y su seguridad, él no se preocupaba por mí».

La periodista del diario israelí 'Ynet' cierra la entrevista con una escueta respuesta del Covirán. «Siempre nos hemos preocupado por Ziv y su familia. Las palabras de Yiftach son inexactas. Nos preocupamos por el jugador y su familia (vivió con su novia en Granada), nos interesamos por ellos e hicimos todo lo posible para garantizar su seguridad. Nos pedía seguridad cuando íbamos a un partido fuera de casa y siempre teníamos policía y un coche con nosotros».

La Fundación CB Granada remitió a IDEAL un duro comunicado de respuesta desmintiendo los argumentos de Ziv en el que quiere «hacer constar la falsedad en cada una de sus palabras». Se reproduce a continuación:

El jugador, en el plano meramente deportivo, fue bajando en números de juego y en importancia dentro del equipo antes del 7 de octubre, tal y como se puede demostrar y hacer constar en sus estadísticas acumuladas durante los partidos disputados antes de estallar el conflicto.

Tanto el jugador como su agencia de representación fueron informados de que el club estaba buscando un sustituto y que, por lo cual, no jugaría y no iría convocado con el equipo. Entendimos que era un jugador joven y que podía encontrar sitio en otro equipo, ya que la Liga ACB se le había quedado demasiado grande para su juego.

Continuó entrenando junto a sus compañeros hasta el mismo momento en el que la poca implicación mostrada en los entrenamientos provocó un bajón en el ritmo de los mismos, por lo que no quedó otra solución que se ejercitase con el entrenador ayudante, Andrea Pecile, mientras se le buscaba una salida.

Cuando Yiftach Ziv habla de que no estábamos interesados en ningún momento en su vida personal es totalmente incierto. Se demuestra en varias ruedas de prensa de Pablo Pin, en las entrevistas a Óscar Fernández-Arenas y en las innumerables ocasiones en las que se le preguntó de forma directa por su situación personal y familiar.

En todo momento el club muestra interés por su situación. De hecho, en el viaje del equipo a Bilbao ya sabíamos que habían llamado a su padre y a su hermano para participar en el conflicto y esa misma mañana conocimos que parte de su familia estaba viajando hacia Gaza.

Es más, nos interesamos tanto en su seguridad que es incierto que tuviésemos un coche de policía en Bilbao, ya que contamos con la seguridad que nos proporcionaron hasta 3 coches de policía. Incluso, la policía estuvo presenciando el entrenamiento realizado en el pabellón tras solicitarlo el club de forma oficial a la Policía Nacional en Granada.

Nunca ha sido un problema para nosotros la nacionalidad del jugador, como se puede comprobar con la invitación que recibió el exjugador del Granada CF, Shon Weissman, que estuvo en el palco de autoridades del Palacio de Deportes presenciando un encuentro del Coviran Granada, ya con el conflicto iniciado.

Cuando el jugador explica que el presidente velaba por su seguridad propia y no por la de Yiftach Ziv también es totalmente incierto. El club siempre ha trabajado por la seguridad tanto del jugador israelí como por la del resto de la primera plantilla.

El club se interesó por la seguridad con la que contaba Shon Weissman y el Granada CF reconoció que se realizaba todo el procedimiento por medio de la embajada. La Fundación CB Granada puso en contacto a Yiftach Ziv con la embajada, pero el jugador mostró un nulo interés.

Cuando el jugador habla de antisemitismo y del miedo de hablar hebreo nos llama mucho la atención, ya que sabemos que en reiteradas ocasiones acudía a un casino de Granada y hacía vida social por la ciudad.

Desde el mismo momento en el que tuvimos conocimientos de las declaraciones del jugador al medio de comunicación hebreo reconocimos que eran totalmente inciertas y que no haríamos ninguna reacción a las mismas, ya que no es nuestra manera de actuar con jugador que han formado parte del club. A pesar de ello, no nos ha quedado otra opción que explicar de una forma breve y veraz algunos de los comentarios que aparecen en dicha declaración.