La vuelta de Randolph marca la agenda de un Madrid que no enamora

La extraña forma en la que Laso abandonó el club, tras sufrir un episodio cardiaco pero con unas formas bastante cuestionables con su enfrentamiento con Juan Carlos Sánchez –principal directivo de la sección– de por medio, hacen que la inmensa mayoría de la afición blanca mantenga aún mucha melancolía del anterior técnico y mire con cierto recelo a Mateo. De ahí que, aunque los resultados del Real Madrid no estén siendo malos esta campaña, el equipo esté lejos de la vinculación emocional que mantenía con sus seguidores en la etapa previa.

Líder en la Liga Endesa, tercero en la Euroliga con el factor cancha asegurado para el 'play off' previo a la 'Final Four' y campeón de la Supercopa, el único gran patinazo blanco se produjo en la Copa del Rey, donde fue apeado claramente por el Unicaja, posterior campeón, en la semifinal, después de avanzar hasta la misma ganando agónicamente a un Valencia Basket que tuvo tiro para ganar sobre la bocina. Empero, y aunque su afición espera que afine la puesta a punto ante la fase decisiva del curso, este Real Madrid deja dudas sobre su fiabilidad cuando se enfrenta a los mejores equipos del continente. Como último ejemplo, la derrota del viernes ante el Partizan en Belgrado (104-90).

Respecto a su enfrentamiento con el Covirán, pocas dudas hay de que no será el que más motive a la plantilla blanca, que llegó en la madrugada del sábado a la capital de España y apenas tendrá tiempo para preparar la cita. Quizá ahí surja una oportunidad para los rojinegros. De hecho, llama la atención la hora del partido: por normativa de la Liga Endesa, los equipos de Euroliga que juegan en viernes no compiten hasta la tarde del domingo. De ahí que la visita del Covirán al Wizink Center estuviera inicialmente fijada para las cinco de la tarde, pero semanas atrás se modificó a las 12.15 horas para no coincidir con la del Real Valladolid al Santiago Bernabéu. Lo dicho, no parece que el Madrid tema demasiado al Covirán, y piensa que unas horas menos de descanso tampoco le supondrán un gran problema.

Desde la óptica rojinegra, probablemente las ganas sean superiores a las de los locales. Pero también la incertidumbre, por no saber muy bien con quién contará Chus Mateo para la convocatoria dentro de una plantilla mastodóntica en la que las bajas seguras serán todas exteriores:los lesionados Carlos Alocén, Sergio Llull y Nigel Williams-Goss. A partir de ahí, el resto es incertidumbre, lo que ha hecho a Pablo Pin retrasar la tradicional sesión de vídeo a la misma matinal de hoy, una vez que la convocatoria blanca sea oficial.

Parece que la gran novedad local, eso sí, será el debut en la temporada del ala-pívot Anthony Randolph, lesionado de la rodilla en el primer partido de la final de la campaña pasada, semanas después de volver de otra gravísima rotura del tendón de Aquiles en diciembre de 2020. Más madera para un equipo que, de momento, no enamora. Y más dudas para el Covirán en el 'scouting'.