Óscar Fernández-Arenas | Presidente del Covirán Granada

«Tendríamos que tener dos victorias más y así estaríamos dando saltos en la calle»

–¿Haga balance de la actuación del Covirán hasta el paréntesis de la Copa del Rey?

–Bueno, lo positivo es que no ha empeorado la situación respecto a las otras dos temporadas, sino que nosotros vamos en la línea adecuada hacia la meta y con el objetivo claro, aunque eso sí, a diferencia de los otros años, sin tener, como tuvimos con anterioridad, cambios bruscos durante la campaña.

–¿A qué se refiere?

–Pues que, al final, en el caso del primer año en ACB, por lesiones de muchos jugadores, además de posiciones coincidentes incluso, nos vimos obligados a variar mucho el equipo. Y el año pasado también por salidas de jugadores, que se marcharon y hubo que realizar muchos cambios. Esta vez hay más estabilidad en ese aspecto.

–En resultados, cuentan con seis victorias al intervalo copero, como los dos cursos anteriores, ¿panorama muy similar?

–Sí, esto es muy parecido a los años anteriores en marcadores, pero no en el diseño de la plantilla, dado que permanecen los mismos doce jugadores de inicio, los del verano. En ese sentido, perdura el bloque.

–Y en la Copa, ¿tuvo tiempo de relajarse en Gran Canaria, pasó envidia o contactó con los agentes para fichar?

–Sí, sí, hemos tenido tiempo de disfrutar, de ver cómo sufren los otros, así da gusto, el estar de espectador y divertirte como un aficionado de un espectáculo de tan alto nivel. Envidia no, porque conocemos de sobra nuestra realidad. Ibon Navarro lo dijo, que a golpe de talonario es mucho más fácil lograr el éxito. Con 14 jugadores de esa talla, si te da para recursos así, gloria bendita. Ya quisiéramos competir nosotros con las mismas armas. Es bueno estar en un evento así y relacionarse, está claro.

–¿Habrá que preparar la tila como de costumbre, no?

–De momento, en este instante, estamos tranquilos, porque a partir de ahora empieza el meneo bueno, siempre es después de la Copa, todos van como una locomotora, los partidos son como finales, ya todos los equipos se juegan algo y existe una guerra abierta y clara. Hay que saber estar en ella y creo que uno de los que más experiencia tenemos, a la hora de pelear por sobrevivir en la categoría somos nosotros. Por eso mantenemos la calma y competimos con la cabeza fría, los pies bien fijados en el suelo y dispuestos a ganar los cinco o seis partidos necesarios, los que hagan falta sumar para estar un año más disfrutando del sueño ACB.

–El tiempo le ha dado la razón al confiar en el grupo a pesar de los altibajos y en el juego encontró mayor regularidad con el paso de las jornadas.

–Pienso que nos faltan dos victorias. No sé si la del UCAM Murcia, si la de Real Madrid, quizá la de la visita del Baskonia… Creo que deberíamos tener ocho, que era lo merecido, y estaríamos saltando por la calle casi todos. Ya lo dije al principio, confío mucho en estos doce jugadores, lo que no quita que, como siempre, el mercado esté ahí, abierto, y escuchamos, vemos, hablamos..., pero confío de forma ciega en la plantilla actual porque trabaja muy bien y, además, goza de mucha experiencia en esta liga. Eso es un plus.

–Abonados al sufrimiento... ¿Es la realidad de Granada, una etiqueta que no puede soltar?

–Quien tenga duda sobre eso está confundido. Esto es muy complicado. Es verdad que este año subimos un poco el presupuesto respecto al anterior, pero, también todo sube. Los que proceden de la LEB Oro (ahora Primera FEB) vienen con un presupuesto mayor que el nuestro. No es que me dé pena ni nada por el estilo, porque aun así estamos en cifras récord de presupuesto en el baloncesto granadino. Sabemos dónde estamos y es que el estar en la mejor liga de Europa implica esto, el asumir que vas a sufrir y que no te queda otra que el sufrimiento. Así que ello no me hace perder el sueño en las cuatro horas que duermo. No es imposible seguir aquí, aunque sabemos dónde estamos desde el principio de la temporada. Sorpresas va a haber muy pocas en esta liga a la hora de los puestos finales, o en los que están cada uno de los equipos ya y según el presupuesto que poseen.

–La liga este año pinta más reñida todavía. ¿Le preocupa que aparente ser bastante más complicado todavía el salvarse?

–Creo que se asemeja a la anterior, porque a la larga el Palencia peleó y ganó un par de partidos tras el descanso de la Copa, se metió en la pomada y presionó a los demás, hasta que jugaron contra nosotros, porque les ganamos aquí el partido muy bien, y también en su campo.

–Entonces, ¿acierta en su pronóstico sobre la permanencia?

–Todos los años es más o menos lo mismo. Se trata de la quiniela más fácil de ganar, lo de saber qué equipos van a estar ahí abajo. Puedes trazar la línea en la primera jornada. Lleida, Breogán, Coruña, Granada… ¿Que se suma alguno porque le han salido mal los fichajes? Puede ser eso, que se una algún equipo extra, pero todos sabemos los fijos, no hay mucha vuelta de hoja. La prueba es que Coruña le gana al Madrid nada más empezar, y dices: «¡uf, qué gran año les espera!» y, a la vista está, te ponen en tu sitio.

–¿Ha sentido una presión quizá desproporcionada por parte de la afición o que la exigencia haya subido en exceso?

–Yo he hablado con gente que ha estado varios años en la ACB y, además, aquí en Granada cuando han venido, y coincidimos en que es verdad que el público del Palacio es fenomenal, que tenemos una de las mejores medias de asistencia de la competición. La afición nos ha llevado muchas veces en volandas a ganar los partidos, pero se piensa que, por estar tres años en ACB, ya va a cambiar algo la cosa, o que vas a mejorar o que no tienes que estar entre los últimos puestos, que esto irá de otra manera... y no. Me encantaría que fuera así, pero no lo es. Parece como que a nosotros nos gusta quedarnos ahí, en la cola, y estar sufriendo hasta la última jornada o minuto... A nadie le gusta sufrir.

–¿Es una condena inevitable?

–Lo ideal sería disfrutar como hacemos y viajar desde Nacional hasta la élite con el equipo siempre, también jugar competición europea... pero eso es muy complicado. Existe un plan de viabilidad por parte del club para que, en un futuro, podamos dar un pequeño saltito adelante, si todo sale bien. Pero en un futuro, no ahora mismo, no con tres años, porque el club tiene doce años de vida, o trece, no tiene más, y creo que todo lo que se está consiguiendo, no es por ponernos medallas, me parece increíble.

–¿Hay ansia por fichar en la grada? ¿Por desconfiar de la plantilla hecha? ¿Inducidos por que los rivales se reforzaron muy pronto?

–Muchas veces llega el equívoco de que, por ejemplo, viene un año Cristiano Felicio, y todo el mundo dice: Cristiano Felicio, siete años en la NBA, pero... ¿qué porcentaje de la gente que venía al Palacio o que sigue el baloncesto conocía a Cristiano Felicio? Yo sigo mucho el baloncesto, ya menos la NBA, porque me aburre desde hace años, pero no tenía ni puñetera idea de quién era Cristiano Felicio en los Chicago Bulls. Entonces, el nombre del jugador muchas veces nos ha engañado. Llega Agustín Ubal, que prácticamente ni contaba en Palencia, un chico joven. Hablas con la gente del Barça y te explican quién es Ubal y la manera que tiene de trabajar y la progresión que tiene el jugador ahí está.

–¿Qué mensaje tiene para los seguidores del Covirán?

–Uno muy claro y rotundo, que queremos seguir estando en la mejor liga de Europa, porque para nosotros participar en ella es una virguería, creo que para la ciudad también es una pasada. Después de ver el Palacio de los Deportes lleno, con ese gran ambiente que tenemos en todos los partidos, esta competición no la podemos perder. El aficionado tendría que entender que a nosotros tampoco nos gusta sufrir, pero que las condiciones que se dan no son distintas, no son otras, no hay más, es lo que toca.

–¿El crecimiento del club resulta hasta la fecha paralelo al de los jugadores que traen?

–Así es, nosotros no podemos vivir de otra manera y les ofrecemos la oportunidad de avanzar.

–La filosofía de la paciencia la llevó al límite esta temporada. ¿Siente la necesidad de buscar refuerzos de forma decidida?

– A ver, fichar siempre ha estado en mente y, tradicionalmente, se ha hecho todos los años. Llevamos trece años en esto y creo que hasta en Nacional reforzamos el equipo. Vamos con calma y confianza, aunque cuando se acumulan lesiones en los mismos puestos, como ocurre con Vicedo y Wiley, se complica la cosa y cuesta mucho más trabajo competir, sobre todo por la energía física que tiene esta liga. En este momento sí apretamos un pelín más el acelerador, pero hay equipos que llevan dos meses antes que nosotros apretándolo para buscar en ese mismo puesto. Cuando acaban las ligas, la BCL, la liga australiana, caen equipos... Es tras la Copa y en esta fecha cuando empieza a moverse el mercado, y nosotros tratamos de encontrar esas piezas.

–¿Deben afinar mucho?

–Además de acertar, es clave adelantarnos y ser muy rápidos en la gestión, porque a la mínima que vea la luz se puede estropear la operación. Nos pasó con Payton Willis, que salió en redes sociales y, en el transcurso de dos horas, había subido al cien por cien su cuantía económica, duplicó la cantidad, y lo llamaron tres equipos. Y al final terminó en el Tenerife, cuando la nuestra fue la primera oferta que recibió.