Sostenida apuesta nacional del Covirán

Una vez cerrado el plantel para el próximo curso, cinco serán los españoles que habrá en la plantilla rojinegra: Lluís Costa, Germán Martínez, Christian Díaz, Pere Tomàs y David Iriarte. Una cifra ciertamente inferior a la de la temporada previa –se marcharon Jacobo Díaz, Ramón Vilà y Michael Caicedo y solo se incorporó Martínez– pero con la que se cumple sobradamente la normativa de cuatro 'cupos' nacionales que exige la ACB para su competición y que, aunque pueda parecer corta, está bastante por encima de la media de la categoría (3'1 españoles por equipo).

De hecho, existen no pocos equipos en la Liga Endesa que hacen auténticos encajes de bolillos para cumplir con la norma sin necesidad de emplear jugadores seleccionables por España. Se aferran para ello a la figura del 'jugador de formación local', es decir, todo aquel que, siendo comunitario o asimilado, se haya formado deportivamente en el país pasando, entre su segundo año de infantil (13 a 14 años) y su segundo año sénior (19 a 20 años) al menos tres temporadas jugando en un club inscrito en la Federación Española de Baloncesto. Es el caso, por ejemplo, de 'Petit' Niang, que pese a no poseer pasaporte español, pudo jugar como 'cupo' el curso pasado en el Covirán debido a su etapa de cantera en el Gran Canaria, primero, y el Tenerife, después.

Subterfugio

A lo largo de los años, el Baskonia ha sido el más claro ejemplo de ello, pero en esta temporada, todo hace indicar que será el UCAM Murcia el que lleve a cabo de forma más evidente este subterfugio, eso sí, completamente legal. Y es que, una vez confirmada la marcha del base Tomás Bellas, y a falta de al menos una incorporación en la plantilla pimentonera, el equipo universitario no cuenta con ningún español en su plantel, siendo los cuatro jugadores que ocuparán la plaza de 'cupo' el base Ludde Hakanson (sueco), el escolta David Jelinek (checo) y los pívots Moussa Diagne (senegalés) y Jordan Sakho (congoleño), todos ellos formados en clubes españoles y cumpliendo los requisitos mínimos para obtener la citada condición. Es, desde luego, el caso más extremo, aunque existen otros como el del citado Baskonia –solo Dani Díez como nacional, más Tadas Sedekerskis, Khalifa Diop y Sander Raieste como jugadores de formación– o el Gran Canaria –Ferrán Bassas y Miquel Salvó de un lado, más Jovan Klajic y Oleksander Balcerowski del otro–, que también llevan la norma al límite.

De ese modo, el Covirán será desde luego uno de los equipos con más jugadores españoles en la próxima temporada, al tener a los cinco indicados. De momento, solo le supera el Real Madrid, que cuenta en nómina con Rudy Fernández, Alberto Abalde, 'los Sergios' Rodríguez y Llull, Carlos Alocén y el nacionalizado Eli Ndiaye, además de dos 'cupos' formativos de alto nivel como Edy Tavares y Mario Hezonja. Por detrás, y al nivel del equipo rojinegro, a estas alturas de mercado solo se sitúa el Barça, con Álex Abrines, Oriol Paulí, Joel Parra, Darío Brizuela y Willy Hernangómez, más el nigeriano James Nnaji. Eso sí, los azulgranas andan persiguiendo un fichaje, el de Juancho Hernangómez, que, de cerrarse, les otorgaría un sexto jugador español. Y en un nivel similar a los de Pablo Pin está el Bàsquet Girona: Quino Colom, Eric Vilá, Jaume Sorolla son seguros, en breve se confirmará la llegada de Sergi Martínez y falta por decidir el futuro del jugador-presidente Marc Gasol. Si el de Sant Boi decide prolongar su carrera un año más, los catalanes contarán también con cinco españoles.

Los catorce equipos restantes de la Liga Endesa siguen, a día de hoy, y muy probablemente cuando arranque el curso, contando con menos nacionales que un Covirán que quiere mantener en el tiempo una apuesta que le ha otorgado, a lo largo de los años, pingües beneficios. Por difícil que parezca llevarlo a cabo en la cúspide, en Granada se sigue creyendo en la base nacional como clave del núcleo duro del vestuario y receta hacia el éxito deportivo.