Sin respuesta ante los focos de los 'Hombres de Negro'

Queda de nuevo la sensación de no poder reprocharle nada al esfuerzo de los rojinegros, muy competitivos en una de las guaridas de la Liga Endesa, corales en ataque –18 asistencias– y con mejor control del balón que en actuaciones pretéritas, con apenas 12 pérdidas. Sin embargo, una vez más, no fue suficiente, y la quinta derrota ya empieza a pesar en la mochila en forma de ansiedad por no fructificar las buenas sensaciones pese al devenir de las semanas.

En esta ocasión, al Covirán le faltó capacidad para frenar al jugador 'caliente' del partido. Le pasó en el primer cuarto con el escolta Adam Smith –14 puntos en un hermoso duelo de 'pistoleros' con Lluís Costa', en el siguiente con el estonio Kristian Kullamae, incontestable con 19 tantos –de sus 33 totales, la segunda máxima anotación en la historia del Bilbao Basket en la ACB– y, cuando al fin se ajustó la defensa perimetral, donde destacó el alemán David Kramer con su buen uso de las manos, fue en la pintura donde estuvo el solar. Emergió en el tercer periodo el británico Sacha Killeya-Jones con 13 puntos en la zona merced al buen uso que del bloqueo y continuación hizo Alex Renfroe para encontrarle. El pívot local fue un martirio en la zona y encontró muchas más dificultades cuando con él se emparejó un Evaldas Kairys muy duro en los contactos que cuando lo hizo un Cristiano Felicio aún lejos de su estado de forma óptimo, como el propio brasileño reconoció hace unos días en IDEAL.

Una vez más, en el último periodo, Kullamae, Smith y Killeya-Jones fueron los claros focos locales, aportando 20 puntos entre los tres. El británico apareció también en las fotos de las dos jugadas decisivas, con una asistencia para Pantzar y un tapón, acto seguido, sobre Kramer, que encendió Miribilla y volvió a llenar de desazón a un Covirán que peleó hasta el final pero, una vez más, no encontró premio.

Mejorar en aspectos que eran un problema, como la faltas de los pívots y las pérdidas, es ponerse en el buen camino. Pero la cruda realidad es que, tras cinco semanas, el casillero de victorias sigue a cero. La cruda ACBestá siendo dura con el Covirán.