Ex del CB Granada
Rannikko, otro viejo conocido en la 'manada de lobos'Forma parte del cuerpo técnico de la Finlandia de Valtonen
«El último que anota es el mejor momento para estar como jugador: tres segundos en el reloj, el balón en tus manos y metes ... un triple. Se pudo ver en su cara lo que disfrutó cuando ese tiro entró». Testigo privilegiado de la descomunal exhibición de Elias Valtonen, la voz ronca de Teemu Rannikko desvela el castigo al que sometió a sus cuerdas vocales en un partido intensísimo y una celebración posteriormente que, probablemente, no le fue a la zaga. El exjugador del CB Granada en el curso 2009/10, el último con cierta normalidad deportiva de un club al que los problemas económicos ya le asomaban, forma parte del cuerpo técnico de Lassi Tuovi en el Eurobasket. «Es algo muy grande para nosotros: ganar a Serbia y estar por segundo Eurobasket consecutivo entre los ocho mejores», concede, antes de ponerse de nuevo el traje. «Es un partido y hay que pensar en el siguiente, aunque eso no quita para que estemos orgullosos».
Fueron 32 los partidos que Rannikko jugó como rojiverde. «¡Hace quince años ya!», sonríe. «Era mi décima temporada como profesional, al fin en la ACB, una de las metas que tenía. Y honestamente, no creo que me quedara muy satisfecho de cómo jugué, pero el equipo hizo un buen trabajo. No jugamos el 'playoff', que era el objetivo, pero logramos algunas victorias importantes. Había jóvenes que luego hicieron una gran carrera: Joe Ingles, Richard Hendrix, Pablo Aguilar…», arranca. Efectivamente, aquel equipo dirigido por Trifón Poch no pasó apuros para la permanencia, sumando quince triunfos. Eso sí, los problemas que acabaron derivando en la desaparición solo dos años después ya no se podían ocultar: «Las cosas ya no iban del todo bien. Cuando tú dinero no siempre está, a veces no es fácil, pero en general tengo un gran recuerdo de la ciudad, los jugadores y el cuerpo técnico», expresa el antiguo base.
4'8 puntos y 1'5 asistencias recoge la hoja de servicios del escandinavo, primer finés en el baloncesto granadino antes de Valtonen. «Cuando fichó, por supuesto me preguntó. Hablamos sobre la ciudad, pero no pude decirle mucho de las personas, porque creo que solo 'Pinzas' sigue de los de mi etapa. Lógicamente, le he seguido mucho como entrenador asistente de la selección. Su carrera no ha sido fácil: tuvo lesiones cuando era joven, con 17 años… cuando fue a España tampoco tuvo un comienzo sencillo en Manresa. Pero lo que siento viéndolo desde fuera es que en Granada ha encontrado su lugar. Está a gusto, juega minutos y el año pasado dio un paso adelante, especialmente en defensa. En ataque, no es fácil definir lo que hizo ante Serbia en el último cuarto. Ojalá jugara en cada partido en ataque como en ese, pero lógicamente eso no es posible. Está en el sitio indicado y al que pertenece, siendo importante en la ACB», explica sobre su compatriota.
Traspasa fronteras
La exhibición de Valtonen ante Serbia ha traspasado fronteras, con la propia FIBA poniendo el foco en el rojinegro en 'una de las mayores sorpresas de la historia del Eurobasket'. La clave del memorable partido jugado en el Arena Riga fue, a ojos de Rannikko, la amenaza exterior finesa para castigar al mejor jugador del mundo, Nikola Jokic. «Nosotros jugamos un baloncesto muy 'normal', siempre con cinco tiradores. Eso nos puede ayudar a castigar los ajustes defensivos del rival. Empezamos acertados desde el triple, y eso hizo que Serbia pusiera pronto a Jokic como '3' en defensa. Cuando vimos eso, pensamos en cómo podíamos atacarlo, porque nos daba muchas posibilidades en el puesto de alero, más libertad para generar», expone. Eso sí, el desenlace fue inolvidable: «No es que pensáramos que Elias fuera a ganar el partido, ese no era el plan, pero entre Muurinen y él metieron varios triples en el último cuarto. La clave estuvo en que tenían la confianza para hacerlo. Elias falló el primero, pero luego cogió un gran rebote y anotó. Jokic le daba espacio, y él no es el mejor tirador de la historia de Finlandia, pero desde luego puede meter. Y cuando metió el primero, luego empezó a creer… y pasó lo que pasó», zanja.
Su siguiente reto será Georgia en la lucha por las medallas. Quién le iba decir eso al Rannikko jugador. «Venimos de un largo camino. A primeros del siglo XXI, el baloncesto no era importante en el país. Estábamos en la División B europea, pero todo empezó a cambiar cuando yo estaba en Granada. En 2011 nos clasificamos por primera vez para un Eurobasket y ya no hemos faltado. Hemos estado también en Copas del Mundo, en todo menos los Juegos Olímpicos. El baloncesto no para de crecer en Finlandia. No sé si hay mejores jugadores que entonces, pero sí que se ha construido lo que supone jugar para la selección, como en España o Italia. Y también tenemos una superestrella como Markkanen, de alto nivel NBA. Eso da confianza a todos y se notó contra Serbia» cierra aquel base rubio que llegó del frío a Granada.
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