El primer pase, en una de las guaridas de la ACB

El simbólico relevo, ilustrado por la foto que encabeza esta página, está cargado de nombres que ponen la piel de gallina al aficionado. En la imagen lo entrega Andrea Pecile, pero por detrás empujan también los Borchardt, Grbovic, Valdeolmillos, Scott, Comegys, Williams, Gómez Nieto, Ebeling, Gianella, Rivera, Álvarez, Spicer o Fernández. Leyendas de un deporte con enorme tradición en la ciudad y que, ojalá, a la tercera encuentre al fin el proyecto con el que perpetuarse. Esa sería la mejor noticia.

Sin embargo, el reto que se presenta por delante es de aúpa. La Liga Endesa sigue siendo considerada cada año la mejor competición doméstica del mundo. Solo la NBA y la Euroliga se sitúan en un nivel superior. Y es ahí donde el Covirán quiere prolongar una de las historias más románticas que el deporte español haya dado recientemente: cuatro ascensos en diez temporadas –sin compras de plazas de por medio–, todos con el mismo entrenador. Lo nunca visto si se habla de la canasta nacional.

Es la hora

Eso sí, como de idealismos no se vive, al Covirán le toca demostrar. Enseñar que ha crecido como club para codearse con los mejores. Que Pablo Pin ha seguido progresando a la misma velocidad que en la última década y que el bloque con el que asciende desde la LEB Oro tiene, no solo hambre, sino la evolución necesaria para competir en el siguiente nivel. Los fichajes de Felicio, Renfroe y Maye parecen apuestas sólidas –como lo debería ser Todorovic cuando la rodilla le permita volver–, pero buena parte de las aspiraciones rojinegras se vincularán al paso al frente de lo mucho 'bueno conocido' que el equipo rojinegro ya tiene insertado poco menos que de base. De no darse, el curso de la ilusión podría hacerse muy largo.

La exigencia no se va a hacer esperar. El balón comienza a botar hoy en una auténtica guarida como el Fernando Martín. Allí, el Fuenlabrada ganó el ejercicio pasado 10 partidos... para acabar salvándose en la última jornada con la 'cifra mágica' de 12, el número que quitará el sueño al Covirán y a su afición. En el angosto recinto madrileño hoy el equipo rojinegro será el malo de una película en la que no ha lugar para sacar pecho de lo logrado hasta ahora. Mal le irá si se atreve a hacerlo. En solo 48 horas notará un calor más íntimo, pues el sábado visitará Granada el Baxi Manresa. Bienvenidos al frenesí.

Ali... y Beirán

Por otro lado, ambos equipos se han reforzado en las horas previas al encuentro de hoy. De una parte, el Covirán logró abordar finalmente todo el papeleo necesario para inscribir al escolta Prince Ali como 'Cotonú' en la ACB paliando así, al menos temporalmente, la ausencia de Dejan Todorovic. «Tiene una capacidad atlética y agresividad que nos hacía falta», destaca Pablo Pin de su nuevo pupilo –que ha firmado por un mes–, tras detectar alguna carencia en pretemporada. Además, apunta verle bien «a nivel físico» y remarca que el ex jugador del Zunder Palencia «comparte con sus compañeros la ilusión por jugar en una gran liga».

Mientras, el club madrileño, cuya única baja hoy será la del pívot Osas Ehigiator, cerró el pasado martes el fichaje del internacional español Javi Beirán. El alero, que ha hecho la pretemporada completa con los fuenlabreños –al igual que Carlos Suárez–, ha firmado finalmente por dos meses, extensibles hasta final de curso. Los dos rivales de hoy se han movido a última hora. La partida de ajedrez por la permanencia ha comenzado antes del histórico salto inicial que devolverá a Granada, al fin, al nivel ACB. No de blanquiazul. Tampoco de rojiverde. Es la hora del rojinegro. Que lo sea por mucho tiempo.