Un parón en el baloncesto sin precedentes
La crisis sanitaria por el Covid-19 provoca el primer receso forzoso después de superar con éxito huelgas e incluso un encierro de jugadores
La crisis sanitaria por el coronavirus ha colocado al baloncesto granadino –y a la sociedad en general– en una situación inédita. Nunca antes había tenido ... que detener la competición por motivos extradeportivos, y sólo la disputa de la Copa del Rey o más recientemente las ventanas FIBA habían introducido una mínima pausa en su calendario. Ahora, con un mínimo de tres jornadas suspendidas en la LEB Oro y dos en la Liga Femenina 2 –cuya temporada podría ser cancelada si prospera la solicitud suscrita por 22 de los 28 clubes y remitida el pasado viernes a la FEB–, los principales proyectos de la provincia se enfrentan a la incertidumbre de si podrá reanudarse la temporada y, de hacerlo, bajo qué condiciones se produciría ese retorno a las canchas.
El estado de alarma originado por el Covid-19 pasa así a la posteridad por ser la primera causa que ha forzado a interrumpir la actividad a los conjuntos granadinos del deporte de la canasta. De acuerdo con el libro '75 años de historia del baloncesto andaluz' del periodista Miguel Ángel Tirado, y pese a que el primer partido de baloncesto que se disputó al sur de Despeñaperros fue en Granada en mayo de 1934 –con motivo del Corpus–, no fue hasta la campaña 1959/60 cuando se creó la primera competición con clubes andaluces. Anteriormente comenzó a celebrarse la Copa de Navidad en la capital nazarí (1941), por lo que ambos eventos son posteriores a la Guerra Civil y no fueron interrumpidos por el conflicto bélico.
A lo largo de las últimas décadas, el baloncesto nunca se ha detenido en Granada pese a los altibajos experimentados. Si bien es cierto que ha habido varias llamadas a la huelga, nunca ha afectado en ese sentido ya que las fechas escogidas para esas reivindicaciones han coincidido con la Copa del Rey o los 'play offs' por el título, acontecimientos en los que los clubes granadinos no tuvieron acto de presencia. Las más recientes fueron la huelga de árbitros de 2010 –desconvocada tras planear la ACBsustituirles por colegiados extranjeros– y las de jugadores en 2013 y 2018, que tampoco se llevaron a término al alcanzarse a un acuerdo en última instancia.
De esta manera, la única vez en la que un club granadino ha estado a punto de no saltar a la pista por causas extradeportivas sucedió hace casi veinte años, cuando las plantillas del CB Granada y del Granada 74 se encerraron en el Palacio de los Deportes en octubre de 2000. El equipo, dirigido por Antonio Gómez Nieto y que militaba entonces en la LEB, pasó de dormir en el pabellón del Zaidín por los impagos a levantar el título de la Liga Andaluza. La plantilla finalizó ese acto de protesta justo a tiempo para vencer al Caja San Fernando en semifinales y al Unicaja en la final, toda una proeza por las circunstancias que rodearon ese torneo y por hacerlo sin el concurso de sus extranjeros, que se quedaron en la grada.
La situación pareció normalizarse con ese éxito, pero estalló una semana después al no solucionarse el entuerto económico y mantenerse el retraso en la concesión de la licencia de obras en la ciudad deportiva Granada 92. De hecho, el 'Cebé' anunció su retirada de la competición y le comunicó al Menorca –su rival de esa jornada– que no viajara.
Al final ese encuentro sí tuvo lugar (derrota por 83-85) y, tras el acuerdo con el Ayuntamiento y la mediación de José Julián Romero, fue posible llegar al compromiso de acabar la temporada. El curso sería finalmente mágico, pues el 'Cebé' ascendió a la ACBen el considerado el mayor milagro del baloncesto nazarí, dado el aluvión de adversidades sorteadas para conquistar la inesperada gloria.
El club superó a lo grande ese trance, algo que no pudo emular en el que condujo a su desaparición en 2012. El concurso de acreedores al que se vio sometido por la enorme deuda provocó el éxodo paulatino de jugadores y más de un conato de huelga. Empero, un bloque de nacionales comandado en el parqué por Jesús Fernández siguió entrenándose y disputando los partidos hasta que finalizó la campaña con el descenso a LEB Plata. Incluso en esa ocasión no se detuvo el deporte de la canasta en Granada, algo que sí ha sucedido ahora por el coronavirus, que ha detenido el baloncesto nazarí y de toda Europa por un período de tiempo aún por determinar.
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