El Oximesa enseñó el camino de la permanencia
Liga Endesa ·
La heroica remontada del Puleva sobre el Cajabilbao marcó un hito en el baloncesto españolLa primera remontada del baloncesto granadino en la élite, a un 0-2 por la permanencia y con el factor cancha en contra, se produjo ... el 8 de mayo de 1991. El Oximesa Puleva superó al Cajabilbao, que era el favorito, por 88-85 en el pabellón de La Casilla. Toda una proeza porque los granadinos habían realizado una temporada muy pobre de resultados.
El Cajabilbao se impuso en los dos primeros encuentros en su cancha con comodidad, 95-78 el 26 de abril y 82-72, el 28 de ese mismo mes. En Bilbao daban la serie por resuelta. De hecho, el club vizcaíno ni siquiera reservó hotel en Granada para el cuarto partido.
Pero el 3 de mayo, el día de la Cruz, con 95-82, el Puleva puso la primera piedra al calvario bilbaíno. Habían definido al estadounidense Andre Goode, que acompañó bajo aros al admirado Jhon Ebeling, como «un portero de discoteca» en el diario 'Deia'. Sin embargo, el pabellón de Albolote pesó sobre los nervios del Cajabilbao y el 68-66 del 5 de mayo puso el 2-2 y llevó al desempate.
Ya en La Casilla, la formación que dirigió desde el banquillo Manolo Cueto, relevo de Antonio Gómez Carra en el banquillo, mandó en la pista y el marcador, con Eduardo Clavero sembrado, autor del canastón decisivo, y bien secundado por John Ebeling, los hermanos Álvarez, Manolo Piña y el propio Goode. Con apenas seis hombres hundieron al Bilbao, que tardó más de una década en recomponerse tras el mazazo sufrido para volver a la máxima división.
La imagen de Mark Simpson, autor de 41 puntos, ovacionado por el público, dice que en deporte no hay nada escrito, ni favoritos, que existe la sorpresa y que un jugador por brillante que sea no tumba él solo a la ilusión de un equipo. Aquella tragedia vasca la vivió en sus propias carnes el popular y televisivo Juanma López Iturriaga o el ídolo local Carbajo.
Fortín Murado
El pabellón José Antonio Murado de Albolote nunca sufrió un descenso. Es más, el Oximesa sólo vivió alegrías desde su fundación en 1979, subió a la ACB el 17 de mayo de 1986 en el pabellón Ciudad Jardín de Málaga, también contra pronóstico, con aquel mítico 1-2 al Caja de Ronda y la actuación estelar de Larry Sìcer, que minimizó al experto Mike Schultz.
Y el club no descendió hasta la campaña 1991/92, a la siguiente, pero ya en el Palacio de los Deportes, en una serie perdida por 0-3 con el Coren Ourense y debilitado el equipo nazarí por la lesión de su buque insignia Jeff Lamp.
Es curioso que las estrellas siempre faltaran a la cita importante, tanto Jeff Lamp como Curtis Borchardt o el propio Cristiano Felicio en la situación que nos ocupa, la actual.
La plantilla con la que compitió el Puleva en el curso 1990/91 fue bastante retocada. La pareja de extranjeros estuvo conformada en primera instancia por los norteamericanos Andre Goode (17/04/1963) –fue vicepresidente de una organización no gubernamental para jóvenes con problemas sociales– y Herbert Blunt (09/07/1964), más tarde operario de una empresa de Filadelfia que suministra gas natural. Este último pívot fue relevado por John Ebeling (02/01/1960), que se retiró a los 45 años en Italia, allí colaboró con una agencia de representación de jugadores y ejerció como director deportivo del Scavolini de Pésaro (2011a 2013) y en el Pallacanestro Ferrara (2015).
Junto a ellos, dispusieron de minutos el base vallisoletano Ernesto Fernández (19/06/1968) y el pívot barcelonés Juanjo Marín (19/10/1968). El primero ejerció de enfermero en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, incluso un reportaje refleja que desarrolló, asimismo, una incursión como escritor, con la obra 'La grieta del alma'. Del segundo se supo que trabajaba para Erste Bank, una caja de ahorros de Austria.
También logró estrenarse en la élite esa misma campaña el base Curro Segura (07/04/1972), hoy afamado técnico granadino y que se encuentra inmerso en la lucha por el ascenso a la Liga Endesa con el San Pablo Burgos.
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