Nace el Covirán más ofensivo

Los jugadores nazaríes cumplieron con la consigna del entrenador Pablo Pin de elevar sus números, lo que consiguieron tanto en la derrota frente al Valencia en el pabellón Fuente de San Luis como en el ultimo triunfo, el quinto de la campaña, sobre el Casademont Zaragoza.

Todo un éxito que jugadores tímidos como Sergi García o Elias Valtonen miren más al aro, a lo que contribuye el gran acierto de Scott Bamforth en sus lanzamientos con 4/6 en triples contra los maños o el salto que ha dado Jacob Wiley, como complemento perfecto al constante interior Amine Noua. Esto hizo que la mitad de los hombres utilizados por el técnico nazarí superaran la barrera de los diez puntos, en una actuación coral de los denominados titulares, como son Noua, Wiley, Valtonen, Jonathan Rousselle, Bamforth y Sergi García.

Desde el banquillo se necesitará más apoyo en este sentido, aunque Edgar Vicedo está fuera de combate y Agustín Ubal jugó con un dedo hinchado y la mano derecha en mal estado. Falta más acierto en Gian Clavell, al que le falla la puntería pero que se esfuerza mucho y, por contra, mejoró sus prestaciones defensivas respecto al inicio, mientras que Rubén Guerrero se caracteriza más por otras facetas como el rebote, y el capitán Pere Tomàs e Ivan Aurrecoechea disponen de pocos minutos.

El caso es que el Coviran elevó a 79'9, a casi 80 puntos, su promedio de anotación, cuando hace poco era más próximo a 70. Por delante del Girona y Breogán, con 79'2 y 76'7, respectivamente.

Y ello gracias a los 97 puntos sobre el Casademont Zaragoza y los 94 en Valencia. Cuando al Real Madrid fueron 79, al Gran Canaria 82, al Murcia 81, al Lleida 74 y al Baskonia 73, lo que no dio para ganar. Sí en cambio los 87 puntos frente al Joventut, el rival precisamente de este sábado (20.45 horas) en el arranque de la segunda vuelta.

Con el Río Breogán valieron 92 y 80 para batir también al Leyma Coruña. Pero no 86 en Manresa, con pobre bagaje de 72 a Bilbao, 71 con Andorra y 75 ante La Laguna Tenerife. La anotación es clave, y ello se notó en los 82 de Fontajau, dado que el Girona fue el que menos encestó en el aro nazarí, con 52, siendo las peores anotaciones con 65 y 68 contra Barça y Unicaja.

«Hace años veías partidos a 60 puntos, ahora es muy difícil conseguir eso en defensa. Nosotros logramos dejar por lo menos a un rival, al Girona, en 52. Y si no recuerdo mal, también otros se quedaron en 70 o por ahí. Creo que está muy bien como balance atrás de la primera vuelta, pero tenemos que seguir siendo sólidos en defensa y, también, me gustaría subir ahora un poco el ritmo en ataque. Ya lo hemos hecho en los dos últimos partidos contra Valencia y Zaragoza», analizó Pin.

«Frente a todos estos equipos tan ofensivos –abundó el técnico–, lo primero, para frenar su ataque, es estar acertados con el nuestro, todo empieza en nuestro propio ataque, con el control del balón, son adversarios que roban muchas pelotas, que tienen recuperaciones, que utilizan mucho las manos, entonces funcionan ágiles a través del robo de balón, por lo que corren muy bien. Aquí paramos al Zaragoza al atacar bien y no darles tantas opciones, porque excepto Bango, el resto se hace espacio y pueden subir el balón, empujan el contraataque. De hecho Bango y Sulejmanovic también son rápidos y corren muy bien la pista. En la liga resulta indispensable frenar esos primeros segundos de ataque de ellos, así lo fue con Bell-Haynes y Yusta, gente que anota con facilidad –y en Granada no lo hizo–, esa es la línea».

Pin apuesta por «hacer buenos ataques y tomar adecuados tiros, para poder proteger bien el balance al tiempo. Eso es necesario por un lado, y al final el rebote sigue siendo algo básico. Todos son equipos con calidad para el rebote ofensivo, con lo cual, si queremos controlar un poco el ritmo, tenemos que hacer un esfuerzo colectivo, y ser capaces de cerrar el rebote defensivo».

La consigna en Badalona es «jugar con ritmo y más velocidad», aparte de «subir el físico en ataque, y ser más duros para generar más ventajas y poder forzar faltas e ir a los tiros libres». Por último, manifestó que «necesitamos lo mejor de cada jugador y que los tiradores no pierdan la confianza que poseen».