La manga cubre mejor al Covirán

La directiva granadina se acogió rápido a la ampliación, y por dos motivos. El primero dar acomodo a uno de los esponsors, el segundo y quizás el principal, para aumentar la venta de camisetas, algo que se produjo de forma instantánea, porque la camiseta de manga es mucho más práctica para los aficionados, en su vida diaria, que la de tirantes. Es una lógica aplastante.

El Covirán cuenta durante la actual temporada con siete patrocinadores y ocho inserciones en total, lo que contempla la normativa ACB a tope. En la parte delantera de la camiseta figura el principal patrocinador: Covirán. Ahí también aparecen los logotipos de la marca de la ropa (Vive) y el escudo del club (Fundación CB Granada), más pequeños, a la derecha, mientras que a la izquierda se sitúa el logotipo de la Liga Endesa.

Por detrás hay dos espacios más, Puleva arriba y Ayuntamiento de Granada debajo. La novedad de la manga corta respecto a los tirantes es que añade un cuarto patrocinador, en este caso se trata de Andalucía Región Europea del Deporte, que se muestra en los dos brazos de los jugadores, no pueden ser firmas comerciales distintas.

Luego está el pantalón, que acepta tres espacios más hasta los ocho totales. Por delante, en la pierna derecha, está Berner, con el logotipo de Vive, y en la izquierda, Asisa, con los escudos de la ACB y, de nuevo, el del Fundación CB Granada. En relación a la parte trasera, se reserva para Caja Rural Granada. Así salen los siete patrocinadores principales, distribuidos en ocho espacios publicitarios.

Óscar Fernández-Arenas tiene claro que «nosotros íbamos a cubrir todos los espacios autorizados, si nos dejaran en más sitios, la manga pudiera ser hasta larga o incluso poner publicidad en cintas de pelo... lo haríamos...». El presidente señala, en tono jocoso, que «todo lo que sea ayuda económica nos viene de perlas».

La camiseta de manga corta, en cambio, sólo la utilizan, de los 18 clubes de la Liga Endesa, el Covirán Granada y el Monbus Obradoiro. Lo curioso es que el conjunto compostelano no lleva publicidad en las mangas durante la actual campaña. El club que regenta José Luis Mateo incorporó el diseño el año anterior, también con la marca Vive, pero ha cambiado a otra firma comercial. El Unicaja ha vuelto al uso de los tirantes, aunque durante las tres últimas temporadas su plantilla llevó las mangas, para difundir a la Junta de Andalucía, cuya subvención a día de hoy es un poco mayor que la del Covirán y el Coosur Betis debido a su presencia en competición europea.

Fernández-Arenas abunda en que no se trata de moda, sino que aquí impera un criterio comercial. «El aspecto económico prima sobre cualquier otra consideración», argumenta, al tiempo que señala que «ningún patrocinador nos exige ni pide colocarlo en la vestimenta, ni en un lugar concreto, con la Junta lo hicimos por deferencia, en realidad los acuerdos van mucho más allá de esto, porque incluyen el 'meaning', vamos, todo un conjunto de acciones, televisión, el nombre del equipo... diferentes soportes...».

La mercadotecnia y el merchandising juegan un papel predominante en el mundo del deporte como en el de las empresas. A todo ello hay que sumar el no más importante aumento de la venta de camisetas, lo que supone un positivo impacto en la caja de la entidad. «Los tirantes sólo sirven para jugar, pero las mangas permiten vestir con ellas, tienen mucha más aceptación, para ir por la calle, con vaqueros, se las ponen niños y señoras», advierte el dirigente. Estos ingresos a través de los seguidores son vitales. El directivo cuantifica «en torno al 25% lo que significa la camiseta en la aportación de subvenciones y ayudas de firmas e instituciones básicas».

Recuerda que la NBA fue la pionera de las mangas y que «de allí se copia todo y con razón». El negocio manda aunque se quejaran las estrellas como Lebron James de la molestia que significa en los lanzamientos. «Nuestros jugadores no han protestado, y si lo hacen, es lo que hay, además de que las del equipo de ACB son de un tejido especial, mucho más cómodo, ligero y elástico», aclara.

El diseño se extendió por Europa y ahora a la Liga Endesa por motivos más económicos que de pasarela. «La ACB cuida mucho la imagen, es escrupulosa con los colores (el mismo en calcetines y calentadores), así como medidas y tamaño que siempre verifica», agrega Fernández-Arenas. En cambio, hay libertad en zapatillas y chándals. Y ya no es obligatorio el traje y la corbata. El Covirán viste elegante con Portago, pero Moncho Fernández «va con jersey y Ponsarnau, con chaqueta y pantalones vaqueros»...