Luke Maye volvió a tocar el zafarrancho de combate
El regreso del ala-pívot estadounidense aporta un chute anímico a los rojinegros y ayuda a desatascar momentos de zozobra ofensiva
Jose Manuel Puertas
Granada
Domingo, 5 de febrero 2023, 23:50
El anhelado retorno a la senda de las victorias del Covirán Granada vino ligado del regreso a la actividad de uno de los líderes emocionales ... del vestuario rojinegro. Un hecho que, por cierto, no se hizo mucho esperar. Cabría pensar que Pablo Pin podría esperar a ver la evolución del partido para dar la iniciativa de nuevo al de Cary, que apenas había hecho un entrenamiento grupal con el resto de sus compañeros el viernes. Que, en caso de que la balanza se inclinara rápidamente del lado rojinegro, el técnico local desistiera de forzar la máquina con el ala-pívot estadounidense.
Pero no fue así. De hecho, sorprendió ver a Maye tan pronto en la cancha como mediado ya el primer cuarto –el gran perjudicado fue Jacobo Díaz, que por primera vez en todo el curso se quedó sin entrar en la rotación del técnico granadino–. Y lo cierto es que, pese a estar evidentemente falto de ritmo, el impacto de Maye sobre el Covirán fue prácticamente súbito: apenas disputó ocho minutos –Pin había dejado claro que, si el de North Carolina participaba, lo haría con minutos restringidos– pero fue suficientemente productivo tanto en la fría estadística como, lo que es más importante si cabe, en las sensaciones. Aportó cinco puntos y otros tantos rebotes, e incluso puso un gran tapón en un contraataque fuenlabreño.
Y ante todo, su presencia fue un chute anímico para los rojinegros. El Palacio volvió a recordar a ese Covirán que jugaba a toda velocidad en octubre y noviembre por la capacidad que tiene Maye de iniciar el ataque nada más rebotear. Se le vio sin miedo a la recaída de su lesión del tendón rotuliano, convencido de penetrar en la defensa fuenlabreña en varias ocasiones. Hasta precipitado en alguna ocasión, lo que terminó por llevarle al banquillo definitivamente, sin ser necesario su concurso en la recta final, para mayor tranquilidad de Pablo Pin.
Lo cierto es que con el retorno de Luke Maye el Covirán vuelve a ganar a uno de sus grandes líderes emocionales. Un tipo que, si bien ante la prensa se muestra siempre serio y profesional, cuentan que de puertas para adentro es uno de los mayores influjos de buen rollo en el vestuario. Y en un partido tan relevante, jugar con una sonrisa ayuda a digerir la dificultad. Se notó.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión