Al juego interior del Covirán Granada le llega la hora de mirarse al espejo
Paso adelante ·
Desde la lesión de Bojan Dubljevic, el Casademont Zaragoza ha apostado también por jugar con interiores muy móvilesMucho se ha dicho y escrito en esta temporada sobre el juego interior del Covirán Granada, equipo que apostó en verano por cubrir la pintura ... con una estructura mucho más pequeña de lo que es usual en los tiempos, y en la que, salvo Rubén Guerrero, ningún otro jugador del plantel supera los 2'04 metros. El 'small-ball' conformado por Óscar Fernández-Arenas y Pablo Pin tiene la ventaja de ser normalmente mucho más rápido y versátil que la mayoría de sus rivales, lo que suele permitir defensas más agresivas, pero también corre el riesgo, como se ha visto en algunos compromisos de los rojinegros, de quedarse pequeño ante rivales con mayor presencia física.
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Sin embargo, este domingo (12.30 horas) visitará el Palacio de los Deportes un rival con una estructura, en ese sentido, muy similar a la del Covirán. Y es que, desde la lesión de Bojan Dubljevic, intervenido de una fractura en la mano derecha hace ahora cinco semanas, el Casademont Zaragoza está jugando con un juego interior incluso más pequeño que el rojinegro en el que, eso sí, el paso delante de sus integrantes desde la lesión del montenegrino es incuestionable.
El actual 'techo' de los aragoneses es el angoleño Jilson Bango (2'08 metros oficiales), que se queda varios centímetros por debajo de los 2'13 de Rubén Guerrero y que, además, destaca por no ser un '5' al uso –como sí es Dubljevic– sino un jugador enormemente móvil y con alto componente atlético. El jugador de moda en la Liga Endesa, debutante en la categoría pero con un alto impacto en la misma, será uno de los principales dolores de cabeza de los rojinegros, que tendrán que evitar como sea el enorme despliegue físico que suele poner sobre la cancha el jugador que más mates hace de toda la competición –2'3 por partido–.
Junto al africano, pasa por un gran momento de forma el bosnio-herzegovino Emir Sulejmanovic, que ha firmado, desde la baja de Dubljevic, algunos partidos verdaderamente brillantes, como en los que le endosó 26 puntos al Barça o 23 al La Laguna Tenerife. A sus 29 años, el canterano culé, con pasaporte finlandés por haber criado en el país nórdico cuando su familia se exilió por la Guerra de los Balcanes, está jugando probablemente al mejor nivel de su carrera, promediando 21'1 puntos y 6'1 rebotes en lo que va de curso.
La rotación interior zaragozana la completan el cubano Yoanki Mencía, una auténtica 'roca' que, eso sí, no alcanza los dos metros de altura, y el joven Jaime Fernández, repescado por el club de su ciudad a última hora de la pretemporada después de que Arnau Parrado no superara el reconocimiento médico. Sin embargo, el maño se ha hecho con un puesto en la rotación –11 minutos de media– y cumple siempre que pisa el parqué.
Así pues, pocas veces se va a encontrar el Covirán este curso a un juego interior tan similar al suyo en cuanto a tamaño. Los de Pin tendrá que seguir usando algunos de sus puntos fuertes, pero esta vez el tamaño no será una desventaja para los rojinegros.
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