Una jaula y una exhibición de un cuarentón en plena forma
Descomunal ·
Marcelinho Huertas domina a su antojo un partido en el que los aurinegros ahogaron a las referencias localesLlegaba el Lenovo Tenerife al Palacio de los Deportes con una exigencia máxima que ni mucho menos esperaban en San Cristóbal de La Laguna cuando ... empezó el curso: verse a 28 de diciembre a solo una derrota de quedarse fuera de la Copa del Rey –de la que es vigente subcampeón– suponía una afrenta para el orgullo de un equipo que lleva un lustro siendo un martillo pilón en la Liga Endesa y que esta campaña estaba mostrando una irregularidad sorprendente para una plantilla tan experta.
Por ello, el reto para el Covirán bien podría ser alargar el partido, para que los demonios mentales de los canarios –que han sufrió dos remontadas recientes, ante Obradoiro y Zaragoza–, pudieran emerger. Por ello, aunque el partido siempre se jugó al ritmo lento que querían los de Vidorreta, la esperanza rojinegra fue a más cuando Jonathan Rousselle tocó a rebato tras el descanso y, finalmente, Thomasson se enganchó a un partido en el que la magnífica estrategia defensiva visitante le había llevado por la calle de la amargura, igual que a Kwan Cheatham.
Creyó así el Covirán en la épica del mazazo definitivo al subcampeón copero, pero emergió una figura descomunal: Marcelinho Huertas es digno de estudio. Sus 20 puntos, 8 asistencias y exquisito control de todo lo que pasa en la cancha son anormales. Pero es que en mayo cumple 41 años. Una leyenda pasó ayer por Granada para amargar al Covirán.
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