Covirán Granada

Un crecimiento meteórico de un club familiar asentado en la élite nacional

Tras la desaparición del CB Granada, la nueva entidad tomó forma en el verano de 2012. En esa temporada, la 2012/2013, el club, ya entrenado por Pablo Pin en su primer año de vida, quedó subcampeón del grupo A de Primera Nacional, última categoría del baloncesto nacional. Como Tourapp Fundación CBG subió a la Liga EBA, al imponerse en Baza por 86-76, con 26 puntos de Nacho Pin, hermano de Pablo, y superar la desventaja de tres de la ida. Jugó en el pabellón Veleta del Zaidín al amparo de las peñas Frente Nazarí y Komando Veleta, ahora Esquina Rojinegra.

El club sumó tres ascensos en solo cinco años, todos ellos lejos de su pista. El segundo se consumó en Albacete. Con el salto a la LEB Plata se trasladó al Palacio de los Deportes el verano de 2015 y el Ayuntamiento de Granada aprobó una subvención de 150.000 euros. La entidad quedó campeona en la LEB Plata en la campaña 2017/2018 y sumó esa misma temporada el tercer salto de categoría. A la LEB Oro subió en mayo de 2018 tras ganar al Navarra (78-74) a domicilio en la penúltima jornada, como campeón de la liga regular, de forma directa y sin eliminatorias de ascenso.

Durante varias temporadas se estabilizó en la LEB Oro con la llegada de Covirán como patrocinador principal desde la Liga EBA, que permitió diseñar un proyecto destinado a ascender a la Liga ACB. En la 2018/2019, quedó en la octava posición con balance de 20-14. Esa plaza le dio derecho a jugar los cuartos de final del 'play off', en los que se enfrentó al Bahía San Agustín de Palma. Cayó eliminado por un apretado 3-2. En la 2019/2020, el club partía con unas grandes expectativas. Tras un excelente arranque, que le situó líder en la jornada cuatro, comenzó a encadenar malos resultados lejos del Palacio, con una sola victoria en toda la liga regular fuera. Estuvo al borde del descenso, pero la pandemia de coronavirus suspendió la competición y evitó la pérdida de categoría.

En la 2020/2021 le llegó la primera oportunidad real de ascender. Fue campeón de la liga regular, pero dado que esa temporada solo ascendía un equipo, se tuvo que jugar contra el Río Breogán el ascenso a tres partidos. Ganó el primero, perdió en Lugo y entregó la plaza en la Liga ACB en el Palacio de los Deportes en el duelo definitivo. El año siguiente repitió la primera plaza, ya con ascenso directo, y ante el Almansa en Granada se materializó el salto a la máxima categoría nacional, en la que se ha mantenido con dos permanencias agónicas que se han celebrado en la cancha rojinegra. El pasado curso, contemplando el videomarcador, se festejó la victoria del Real Madrid ante el Betis que, unido al triunfo granadino ante el Joventut, materializó la estancia. En esta temporada, ante el Gran Canaria, después de ir dieciséis puntos abajo en el choque decisivo.

De cara a la próxima temporada, no se esperan grandes dispendios o sobresaltos en un club cuya máxima siempre ha sido la sostenibilidad aunque ello no alcance para sumar un logro deportivo. El patrocinio de Covirán es uno de los sustentos principales del club y si se renueva para el nuevo curso la continuidad del proyecto en términos similares está garantizada, con el aporte de otros espónsores de la provincia que permitan sumar granitos.

La estructura del club, reducida y acorde al carácter familiar con el que surgió, es una de las marcas identitarias de la entidad, con Pablo Pin como gestor de todo el área deportiva. La próxima temporada, si todo va bien, el equipo estrenará la nueva climatización del Palacio de los Deportes, al que se le dará un lavado de cara exterior este verano para adecuarlo progresivamente a la élite del baloncesto nacional en la que la Fundación CB Granada quiere prolongar su permanencia.