Al filo de lo imposible
Cruel ·
El Covirán, mermadísimo en lo físico y limitado de talento, acaba desquiciado con el arbitraje y deja escapar un partido trascendentalEntre la plaga de lesiones que ha sufrido en las últimas semanas y la escasa presteza con la que se ha movido en el mercado, ... se plantó el Covirán ante el Hiopos Lleida, en un duelo que sin duda iba a marcar la hoja de ruta de ambos equipos en lo que resta de temporada, en una situación absolutamente precaria.
Scott Bamforth –encomiable esfuerzo el suyo, visiblemente lesionado del gemelo y arrastrando la pierna por momentos–, Sergi García y Pere Tomàs llegaron entre algodones al domingo, e incluso los dos baleares tuvieron que decir basta tras el descanso. Vicedo ya ni está ni se le espera, directamente, y la misma lesión que 'mató' deportivamente al madrileño esta campaña, la temida fascitis plantar, sigue manteniendo a Jacob Wiley fuera mes y medio más tarde. Gian Clavell volvió al Palacio tras la peritonitis que pudo hasta costarle la vida para ver a sus compañeros luchar pero acabar a las puertas de un descenso que está muy cerca.
En tan fantasmagórico escenario peleó con presteza el Covirán, alcanzando los 13 puntos de ventaja que igualaban el 'average'. Pero entre el parte de lesionados, el desquiciamiento con la actuación arbitral –24 tiros libres locales, 51 visitantes– y las malas decisiones locales en momentos clave, el choque se fue de forma dolorosa, como parte de las opciones de salvación. Al Covirán le toca vivir, como el célebre programa, al filo de lo imposible.
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