El Emperador Kramer sobrevuela a los tiros de Reyes
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El alero alemán firma su mejor actuación con el Covirán para evitar la remontada impulsada por los triples visitantesQuizá por las conocidas derrotas de Río Breogán y Monbus Obradoiro, que liberaban en buena medida de presión al Covirán, puede que por lo desapacible ... del tiempo o tal vez por ese horario del domingo por la tarde que tan poco suele gustar en el club granadino, lo cierto es que el duelo de los de Pablo Pin ante el Surne Bilbao encajaba perfectamente dentro de esos llamados 'partidos trampa'. Lo fue así desde el inicio, con una grada numerosa (7722 espectadores según el dato oficial) pero fría, como si la victoria se diera por hecho ante los 'Hombres de Negro' de un Alex Renfroe que, de vuelta a Granada, se llevó una de las ovaciones de la tarde. Fue de esos días en los que es el equipo –que tampoco empezó demasiado atinado– o alguna decisión arbitral lo que tiene que enganchar a la parroquia, y no viceversa, como sucede cuando los resultados aprietan de verdad.
Como además el Covirán casi siempre fue por delante, especialmente tras un segundo cuarto en el que Jonathan Rousselle cambió el ritmo de los rojinegros ante el equipo en el que es recordado como una leyenda –el galo pasó tres temporadas en el 'Botxo' a las órdenes de Álex Mumbrú–, la sensación de tarde posiblemente placentera, ante un rival con la vista puesta también en remontar el miércoles 19 puntos al Legia de Varsovia para colarse en las semifinales de la FIBA Europe Cup, se alargó hasta entrada la segunda parte. Como si la necesidad local fuera suficiente para firmar el triunfo ante un Surne Bilbao más fatigado y con otros focos de atención. Pero esos partidos, claro, a veces se vuelven en contra. Y si pasa, se vuelven difíciles de gestionar, pues es como si nadie se imaginara que esa tarde plácida se complicara.
Y sucedió que los visitantes encontraron la mejor versión de Álex Reyes, un tirador notable que esta temporada no pasaba por su mejor racha –apenas un 26% antes del partido– pero que acertó hasta 7 veces tras el descanso desde más allá del 6'75, alguna de ellas en esos tiros casi imposibles a los que solo se atreve quien pasa por en una racha tan demoniaca como esa.
A lomos del acierto exterior, el Surne metió presión (69-68, minuto 34) y ahí emergió, oportunísimo, el mejor David Kramer de la temporada. Lució galones físicos en defensa y rebote y además acertó en ataque con esos tiros que valen un partido y acercan la permanencia. El alemán acabó ovacionado, pues la noche que pudo ser de Reyes fue, al fin, la del Emperador Kramer.
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