El empeño en morir con las botas puestas
Evita el descenso ·
El Covirán se aferra a un improbable clavo ardiendo pero se lleva un triunfo balsámico para seguir una semana más vivo en la eliteEl triunfo del Bàsquet Girona en Andorra el sábado puso al Covirán ante una complejísima tesitura, aún más de lo que ya era antes de ... arrancar la jornada 31 de la Liga Endesa: todo lo que no sea un pleno de victorias rojinegro de aquí al final del curso, unido a tres derrotas, bien de los gerundenses, o bien de los andorranos –en este caso, añadiendo que el Covirán derrote a los del Principado por al menos 17 puntos–, en el epílogo de la temporada, supondrá el descenso del club granadino. Literalmente una vida sin red, en la que cualquier tropiezo o éxito rival supondrán, matemáticamente, la pérdida de categoría. Y en la que el Covirán por supuesto, no tiene en su mano nada más que sumar victorias, sin ninguna certeza de que le lleven al éxito final.
Afrontar un partido en ese escenario repleto de agonía no es nada sencillo. Cualquier despiste, error o tiro fallado aumenta el depósito de ansiedad de un equipo que se sabe descendido en cuanto pierda un encuentro, o incluso puede que ganando todo lo que le queda. No es fácil vivir así, sabiendo que el fracaso deportivo que es volver a la Primera FEB está a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, al Covirán le sobró dignidad en Zaragoza, en un duelo en el que quizá podría resultar tentador para alguno dejarse ir, para así cerrar definitivamente la calculadora de lo improbable, que todavía no imposible. Pablo Pin ha encontrado en esta recta final de curso un grupo de jugadores aguerrido, al que quizá no le sobre calidad, pero que tiene hambre y ganas de dejarse la vida por demostrar que puede estar en la elite. Los arrestos de Ubal y Aurrecoechea ya los conocía la afición rojinegra, pero a ellos se han unido Visconti y Bezhanishvili para prolongar la supervivencia en la Liga Endesa, de la mano del compromiso y la profesionalidad de los Rousselle, Noua o Valtonen. El Covirán no se rinde: como las tropas del General Custer, al menos quiere morir dándolo todo.
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