La dificultad para mantener el bloque marca al Covirán
El club hace encaje de bolillos para construir una plantilla competitiva con predominio de altas de extranjeros
El Covirán se reinventó rápido debido a que tuvo la incertidumbre de militar en la Liga Endesa, como así ha sido, o la Primera FEB, ... un problema añadido a su dificultad para mantener un bloque de jugadores que formen el esqueleto del equipo.
La marcha de Lluís Costa, Thomas Bropleh, Christian Díaz, David Iriarte... cerró una etapa de solidez y seguridad. Buscar sustitutos nacionales costó mucho y con solo Pere Tomàs, el incombustible capitán, resultó infructuoso que cuajaran las nuevas apuestas nacionales, como Rubén Guerrero y Edgar Vicedo, aunque sí Iván Aurrecoechea.
La suerte para la entidad nazarí fue que extranjeros que se sienten en casa como Jonathan Rousselle o Elias Valtonen hayan podido obtener continuidad, jugadores sobre los que asentar las bases del inmediato proyecto, y que sirvan de guía a las nuevas adquisiciones, como lo fuera Thomas Bropleh en su momento. Galo y finlandés tienen mucho que explicar a los compañeros recién llegados sobre la filosofía del club granadino, para facilitar su adaptación, dado de que la mayoría de ellos son extranjeros, salvo Edu Durán, la excepción que confirma una etapa de refuerzos foráneos.
El fichaje más destacado es Ramón Díaz, por Pablo Pin, otro granadino, que sumar a la terna de españoles con el capitán Pere Tomàs, Iván Aurrecoechea y el propio Durán.
A la plantilla de Ramón Díaz solo le falta la incorporación de un escolta extracomunitrario para alcanzar las trece fichas previstas. La remozada escuadra nazarí la forman los bases Jonathan Rousselle y Micah Speight, los escoltas Edu Durán y Jovan Kljajic, los aleros Travis Munnings, Elias Valtonen y Pere Tomàs; los ala-pívots Luka Bozic y Beka Burjanadze; y los pívots Zach Hankins, Babatunde Olumuyiwa e Iván Aurrecoechea.
De la pasada campaña, permanecen solo cuatro hombres: Rousselle, Pere Tomàs, Valtonen y 'Aurre'. Al tiempo, Kljajic y Burjanadze completan los cupos –cinco en vez de cuatro para cubrir en caso de lesión al ser jugadores de formación.
La inercia
Óscar Fernández-Arenas explica el grado de dificultad abordado para mantener la inercia y no perder los cimientos creados. El club se movió rápido en el mercado y avanzó pronto la plantilla, con Speight y Durán atados nada más terminar el curso.
«Nosotros, cuando ascendimos a la LEB Plata, éramos los favoritos y venían todos los jugadores a Granada, o querían hacerlo, quizá no tan favoritos el primer año, está claro, pero Granada siempre fue una plaza apetecible para jugadores y agentes. Luego también en la LEB Oro, quizá porque siempre se había escuchado la historia del CB Granada en su día, aunque esa historia no tiene nada que ver con la de nuestro club. Ahora, al subir, gracias a Dios no fuimos favoritos porque no podíamos serlo, pero si hubiéramos vuelto a la segunda categoría, la Primera FEB, salieron nombres por todas partes, porque ya éramos conocidos y un sitio con buena imagen y prestigio. La lista fue larga de todos los entrenadores que llamaron para poder estar aquí en Granada, entiendo que es un proyecto ambicioso y crea ganas de que quiera estar la gente, pero no todos los nombres que salieron a la palestra, como nos ha pasado en muchos años atrás, iban a estar al final en el equipo; mantuvimos pronto conversaciones con ellos, para así firmar algunos jugadores rápido y empezar a disponer de una plantilla que tanto nos ilusiona para la temporada que viene».
El presupuesto del Covirán en Primera FEB hubiera sido de los cinco más elevados de la división, pero en la Liga Endesa estará incluido entre los tres más bajos, todo lo contrario. «Estaba claro que dependía de la categoría, aunque de haber salido en FEB, hubiéramos hecho el esfuerzo de que el medio millón de euros que devolvía la ACB lo habríamos invertido en el presupuesto del equipo, es decir, en las nóminas de los jugadores. Imagino que, en ese caso, seríamos de los altos, seguro que no los más altos, porque nunca lo hemos sido en ninguna categoría, pero eso no quita que podamos competir por cualquier jugador que haya en el mercado, porque, al final, esto es muy fácil, dado que los jugadores no solamente miran lo económico sino que contemplan la seriedad, la imagen, la ciudad, y esos aspectos humanos suman mucho, el saber que van a poder ayudar y que llegan para ganar».
Al incluir por invitación al Covirán en la Liga Endesa, la directiva rojinegra tuvo que alimentar el presupuesto casi al doble, salvado gracias a los contratos firmados con los patrocinadores y la ayuda de los abonados, con la subida de los carnés.
La idea original, en Primera FEB, fue que el medio millón devuelto del depósito de la ACB nutriera al proyecto. «En realidad eso era bueno, porque podías hacer un equipo competitivo, nos permitía aspirar al ascenso y, luego, al mismo tiempo, ya teníamos un dinero de fianza de un millón, en caso de volver a la élite, para así no tener dificultades de cumplir los requisitos económicos, como así ha sido», explica el presidente.
Tras la permanencia en ACB por el Betis, el Covirán completará la fianza de dos millones de euros, a razón de 500.000 por campaña, cumpliendo con el último plazo acordado.
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