El Covirán saca su versión más resiliente tras quedarse sin red

Así lo demostró el equipo de Pablo Pin el pasado domingo en Zaragoza, firmando un triunfo de mérito en una situación de máximo riesgo, en la que una derrota hubiera condenado ya inexorablemente al plantel granadino a la pérdida de categoría. Un triunfo forjado en un excelente partido de Jonathan Rousselle –21 puntos, 6 asistencias–, Amine Noua –21 tantos, 7 rebotes– y el emergente Riccardo Visconti –22 puntos 14 en el último cuarto–, además del gran esfuerzo de Agustín Ubal, que aporto 9 tantos y hasta 7 rebotes para la victoria rojinegra. De resultas de dicho resultado, el Covirán sabe que, si gana el próximo sábado al Río Breogán, no saldrá en ningún caso del Palacio como equipo de la Primera FEB... si bien sí podría irse a la cama descendido.

Las cuentas granadinas son tan sencillas como arduas:todo lo que no sea un triple triunfo de los de Pin –que tras recibir al Breogán, visitarán al Real Madrid y cerrarán la liga en casa ante el Morabanc Andorra–, supone ipso facto el descenso. Además, en el momento en que el Bàsquet Girona y el Morabanc ganen un partido más, incluso un pleno rojinegro sería insuficiente. De ahí que, aunque el Río Breogán hincara la rodilla el sábado en el Zaidín, si los del principado ganan en La Coruña al descendido Leyma (19 horas) y el Girona es capaz de dar la sorpresa ante el Valencia Basket (20.45 horas), el Covirán llegaría ya descendido al próximo domingo. Eso sí, la única opción de que la afición rojinegra viva el drama de la pérdida de categoría de primera mano pasa por una derrota local frente al 'Breo', ya sin ninguna urgencia clasificatoria.

El primero

Con ese escenario, no cabe duda de que el clavo ardiendo al que se agarra ahora mismo al Covirán está a una temperatura altísima. Sin embargo, el triunfo en Zaragoza ha dado a hecho a los de Pablo Pin, si consiguen ganar el sábado, el derecho a presionar a sus ya dos únicos rivales, aprovechando que el duelo del conjunto granadino ante el Río Breogán será el que abrirá la jornada 32 de la Liga Endesa.

Con el triunfo en Zaragoza, el Covirán logró volver a huir del último puesto, al que cae el Leyma Coruña, que había superado a las huestes de Pin tras dar la sorpresa el pasado jueves frente al Barça, en encuentro aplazado de la jornada anterior. Este es un hecho que para la mayoría de aficionados no pasará de anecdótico pero que podría llegar a ser valioso. En primer lugar, por el cierto orgullo de evitar ser el 'farolillo rojo' de la tabla. Y además, por el hipotético caso de que el segundo equipo que ascienda –el San Pablo Burgos ya lo ha hecho– pueda tener algún problema para formalizar su salto a la acb. Esa sería la última y recóndita salvación posible para un Covirán que aún aspira al milagro más gordo. Ciertamente, sería memorable.