Ilusión recuperada ante el 'coco' de Europa

Evidentemente, la victoria era una quimera y por mucho que Joan Peñarroya, técnico de los alaveses, reservara a cuatro hombres importantes —Darius Thompson, Rokas Giedraitis, Daulton Hommes y Maik Kotsar— los de Zurbano acabaron llevándose el triunfo con cierto margen, pero las 5270 personas que, según datos oficiales, acudieron el martes al Palacio de los Deportes, volvieron a abandonar el mismo más que orgullosos de lo hecho por su equipo.

Pese a que la imagen de Cristiano Felicio, en muletas, Luke Maye y David Iriarte observando el calentamiento de sus compañeros podría volver a llevar cierta desazón a las huestes rojinegras, el cuadro granadino firmó una actuación más que notable dadas las circunstancias, tuteando en todo momento y sin complejos al actual líder de la Euroliga. Desde el salto inicial, la fe de los Pin fue notoria, hecho que no había sucedido en las citas previas. El Covirán logró al fin divertirse en la cancha, y pese a terminar hincando la rodilla, la mala dinámica de las últimas semanas comenzó a quedar atrás. El siguiente paso, volver a saborear una victoria –el cuadro rojinegro acumula seis tropiezos consecutivos– parece ahora un poco más cerca, mucho más con la inminente llegada de los necesarios refuerzos que aumentarán el potencial del equipo.

Una muestra de ello la da el hecho de que los nueve jugadores disponibles para Pin ante el Baskonia acabaran anotando. Todos, en mayor o menor medida, se sintieron partícipes de un necesario paso al frente del Covirán. Mención especial merece una vez más la excelente actuación de 'Petit' Niang, colosal en la pintura con 10 rebotes –8 ofensivos– y 4 tapones, además de 11 puntos, así como la mayor aportación ofensiva del trío de bases (Lluís Costa, Christian Díaz, Alex Renfroe) o de un Pere Tomàs al fin acertado desde el perímetro.

Todorovic

Otra de las buenas noticias de la noche fue ver al fin a Dejan Todorovic en el Palacio. El serbio jugó su tercer partido como rojinegro, pero tan solo el primero como local. Y, especialmente en la primera parte, cuajó una buena impresión. Aun muy falto de ritmo, le da al cuadro granadino opciones en ataque que no tiene en otros jugadores, como un buen uno contra uno desde el bote, aunque aún esté lejos de una forma física que le permita desbordar. Además, el balcánico es un jugador de carácter, que no elude el contacto y trabaja muy bien en el rebote, un aspecto sin duda necesario para este Covirán que, de momento, sufre en la zona. El único aspecto negativo fue que volvió a resentirse de la pierna en un mal gesto ya en el último cuarto. Aunque parece que la cosa no pasará a mayores y Todorovic se encuentra bien, según señaló Pablo Pin en la rueda de prensa posterior al encuentro, lo cierto es que pinta a que tendrá que pasar un lógico periodo de tiempo hasta que el alero se encuentre en plenitud tanto física como mental para la alta exigencia de la Liga Endesa.