Un Covirán al más puro estilo NBA
La metodología de Ramón Díaz está orientada con el alta de Derrick Allen a un juego rápido y muy americano que busca eficiencia
La intención de Ramón Díaz, el nuevo entrenador del Covirán, es que el equipo granadino se comporte en la próxima Liga Endesa como lo más ... parecido a un representante de la NBA. La apuesta del técnico granadino es muy clara en referencia al juego que desea implantar en su formación.
Lo primero, partir de una defensa muy intensa y agresiva, al límite de la falta y que pueda recuperar balones. Como segundo paso, correr a gran velocidad con jugadores verticales que busquen el aro contrario en poco tiempo.
La tercera consigna es organizar el ataque de forma tan veloz que se aproveche para lanzar en muy pocos segundos, sea a través de un triple o un balón interior al pívot cerca del aro. Las posesiones de balón son cortas y por tanto aumentan en número en los partidos, como ocurre en la NBA.
Todo se completa con fuerza, músculo y potencia para aguantar tan vertiginoso ritmo, y ser capaces de aplicar también con velocidad el balance defensivo y mostrarse prestos al rebote. Todo un ejercicio de energía y derroche físico.
Para ello, Ramón Díaz quiere emular a los mejores equipos del baloncesto americano y, de Europa y España, se queda con ejemplos como el Valencia de Pedro Martínez y el Unicaja de Ibon Navarro. Para ello aplica una metodología muy americana, con la inclusión en el cuerpo técnico de Derrick Allen, entrenador ayudante como Arturo Ruiz, con Juanra Ruiz de asistente, Alberto Puertas de 'team manager', Sergio Sánchez 'Pinzas' de preparador físico y David García, en el análisis de datos.
Lo que está claro es que, con independencia de que quizá alguien pueda interpretar que faltan generadores en la plantilla nazarí, el equipo tiene pinta de ser espectacular. Va a haber siempre muchos tiros. «Eso es lo que intentamos, jugar muy rápido, creo que va a ser un juego bonito para el espectador porque va a haber muchas posesiones, vamos a irnos a resultados a priori altos, especialmente cuando estemos acertados en el tiro de tres, por eso vamos a ver esos tiros de tres muy rápidos, en acciones que a la gente gusta. Pienso que tenemos jugadores físicos que pueden terminar cerca del aro, por lo que eso también puede ser muy vistoso para el espectador. Espero que seamos un equipo bonito de ver visualmente desde la grada», explica Ramón Díaz.
Interrogado el técnico sobre si su meta es conseguir un Covirán NBA, aclara que «quiero conseguir un gran Covirán Granada, un Covirán al que la afición quiera y le guste ver, un Covirán con el que la gente se ilusione y que, día a día, seamos capaces de dar pasitos para soñar, porque soñar es gratis, ja, ja».
Las consignas
En qué consiste el nuevo Covirán, en qué ha cambiado, qué novedades ha habido, qué incorporaciones tácticas existen, dónde está la primera piedra aplicada al 'sistema Díaz' son las cuestiones a tratar. Porque el cambio principal, de metodología, sobre todo en el entrenamiento, ya se ha aplicado aunque sea en lo más básico.
De forma somera, Díaz advierte que «me traje una metodología de trabajo de América, por decirlo de una manera clara es muy NBA o muy estilo Estados Unidos, donde intentamos hacer solo una sesión diaria de entrenamiento, pero una sesión larga. Esa sesión incluye un trabajo individualizado, tanto de gimnasio como de técnicas individuales del jugador. Hay otra parte en la intentamos reducir los sistemas de juego, pulirlos, tanto en ataque como en defensa, para limpiar detalles y mejorar ciertos aspectos. Y después hay un tercer bloque, que es la parte de grupo, la parte más general, donde tratamos los conceptos con los que queremos jugar, tanto en ataque como en defensa».
Díaz abunda en que «hemos metido un gran bloque desde el apartado técnico. Desde el primer día hacemos un trabajo muy balanceado entre el aspecto físico, el trabajo individualizado y la mejora individualizada del jugador y, por supuesto, las normas tácticas tanto ofensivas como defensivas a desarrollar en la competición. A partir de ahí, muchos atacan la pintura tras jugar con extra pases y tener siempre esa mentalidad de atacar con muchos pases».
«Implementamos una defensa agresiva –continúa–, en la que existe mucha presión sobre el balón, vamos a intentar negar situaciones de pases, ser muy agresivos, sobre todo al principio de los partidos, para intentar trasladar o traducir esa defensa al ritmo de juego en ataque, con transiciones muy rápidas, donde tenemos claro que hay que buscar canastas fáciles cerca de canasta o encontrar tiros de tres, que son los tiros más eficientes a día de hoy, por eso vamos a intentar potenciar y focalizar todo hacia jugar muy rápido».
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