El Covirán puja fuerte por el techo brasileño como refuerzo interior

Al gigante carioca –mide 218 centímetros y sería, seguramente, el techo de la categoría–, se le quiere convencer de que aterrizaría en una plantilla muy competitiva, con un proyecto serio y encaminado hacia la Liga Endesa, con el propósito de convertirse, esta vez ya sí, en serio aspirante al ascenso, sobre todo después de que el retorno a la élite se rozara la temporada anterior en la final contra el Breogán de Lugo.

Las dos principales cuestiones que hacen que el Covirán desee incorporar al 'cinco' Dos Anjos son, la primera, que es un pívot que pese a su juventud cuenta con experiencia en la división, de hecho militó en las filas del Oviedo, cedido por el Real Madrid hace ya cinco años, Melilla y Palencia. Además, ha madurado en la Liga Endesa y la pasada campaña dispuso de minutos en Bilbao. También perteneció al San Pablo Burgos y el Breogán en la ACB.

Empero, en Miribilla se había convertido en el quinto pívot de la rotación, por lo que decidió cambiar de destino y llegó a un acuerdo con el club vizcaíno, rescisión de mutuo acuerdo porque tenía en vigor otra campaña. La otra razón es que posee la doble nacionalidad, es hispano-brasileño, por lo que deja abiertas las dos plazas de extranjeros. Además Pablo Pin ve 'tablas' en el 'center' nacido en Sao Paulo, 23 años de energía y futuro pero con cierto 'rodaje'.

Se da la circunstancia de que Thomas Bropleh nació en Denver (Colorado) aunque responde al perfil de 'cotonou', dado que posee pasaporte liberiano. El 'cotonou' no ocupa plaza de extranjero y tiene el mismo tratamiento que el comunitario, responde a los jugadores de origen africano o de alguna de las antiguas colonias europeas de ultramar.

Por eso, con Bropleh y Dos Anjos, el equipo rojinegro podría fichar a dos extracomunitarios, ambos quizás sean estadounidenses. Con el 'center' titular, más David Iriarte y Edu Gatell, la zona estaría más que cubierta a falta de un 'cuatro' de calidad. La última plaza estaría reservada para un 'dos/tres' que podría ser americano o también con pasaporte de la CEE.

El caso es que los estadounidenses serán lo último, hay que esperar descartes y que puedan bajar sus emolumentos en el mercado con el paso del tiempo. Además, el Covirán tiene muy claro que optar por jugadores nuevos, que no conocen España ni la LEB Oro, es arriesgado, prefiere buscar entre jugadores que cuentan con experiencia en el baloncesto español y se adaptan rápido. Por eso la apuesta del brasileño Felipe Dos Anjos se considera segura y ventajosa.

Asimismo, Pablo Pin sabe que los americanos se fijan más en las condiciones crematísticas que en el sitio, la ciudad o la competición, de ahí que muchos acepten ofertas foráneas aunque sea para ligas inferiores, como Alex Murphy o Norelia, haitiano del Oviedo, que se han marchado a Japón. Bropleh es otra historia. Poco yanqui y muy competitivo.

También los nacionales miran más por el proyecto y el nivel de vida que puedan tener en la ciudad, o su sintonía con la afición, aspectos que valoran igual o más que el dinero. Esos argumentos son los que se emplean para que Lluís Costa y Christian Díaz se queden en Granada, donde se les aprecia y se siente a gusto, al igual que David Iriarte, que termina la carrera de Medicina, o Edu Gatell. Un quinteto inicial con Costa, Pere Tomás, Bropleh, un 'cuatro' de EEUU y Dos Anjos sería, a buen seguro, muy apañado.