El Covirán progresa con pasos cortos
Los de Díaz pagaron caro su mal tercer cuarto y el pobre rendimiento de algunas piezas llamadas a ser importantes dentro de una rotación corta
El Covirán Granada parece ir dando pequeños pasos hacia la que, a no mucho tardar, debería ser su primera victoria en la Liga Endesa. Sin ... embargo, el primer mes de competición se cerrará con el casillero rojinegro de triunfos en blanco y, de resultas, el equipo metido lógicamente en los puestos de descenso.
Ese es el actual escenario del equipo de Ramón Díaz, que en Lleída mostró el sábado una versión mucho más competitiva que en la anterior salida a Manresa, pero que sigue estando lejos de tener opciones reales de ganar un encuentro a domicilio, tarea siempre complicada para los modestos en la máxima división del baloncesto español.
Entre los aspectos positivos a destacar del encuentro en el Barris Nord está, por ejemplo, la puesta en escena del Covirán, que pese a ceder el primer periodo (24-22), sí mostró una buena cara en el mismo, a diferencia de los tres encuentros anteriores, saldados con desventajas de 8, 8 y 9 puntos, respectivamente. Igualmente, quedó claro que Lluís Costa no precisará de un largo periodo de adaptación, como era de suponer: el base catalán entró pronto al partido, aún en el primer parcial, y tuvo un impacto inmediato en el mismo, dotando a los de Díaz de una generación ofensiva muy superior a la que Micah Speight había logrado en las tres primeras jornadas. El equipo rojinegro volvió a trabajar bien en el rebote (38 capturas, las mismas que los ilerdenses), tuvo actuaciones individuales destacadas como las de Elias Valtonen (20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias), Luka Bozic (21 tantos, 11 rechaces, 4 pases de canasta) o Matt Thomas, autor de 20 puntos con 6 triples. Además, el porcentaje desde la línea de tres puntos siguió con su progresión ascendente, al alcanzar un 34% de efectividad (10 aciertos de 29 intentos), el tope del curso. Previamente, el equipo granadino se quedó en un 22% ante el Joventut, un 24% en Manresa y un 30% en la visita de Baskonia a Granada. El objetivo del 40%, donde Ramón Díaz cifró «la llave para ganar partidos» en pretemporada, sigue sin alcanzarse, pero se acerca progresivamente, fruto de un mejor movimiento de balón en ataque que permitió, por ejemplo, encontrar a Thomas en mejores posiciones.
Pero lo cierto y verdad es que el Covirán volvió a perder y llegó sin opciones reales de victoria al epílogo del duelo en el Barris Nord, así que hay desde luego también aspectos negativos que extraer de lo visto el sábado. Para empezar, uno muy evidente: los 99 puntos encajados, con los que es muy difícil que un equipo con el potencial del Covirán pueda sacar una victoria fuera de casa. Ramón Díaz ha venido pidiendo un paso adelante de los suyos en defensa que no se palpó lo suficiente en la visita a Lleida.
En todo caso, uno de los principales problemas rojinegros ahora mismo está siendo el bajo nivel de algunas piezas que se presumían importantes en una rotación ya de por sí corta. En un duelo en el que Speight ya no fue ni tan siquiera convocado en la expedición –al igual que Pere Tomàs–, Zach Hankins volvió a dejar muchas dudas su rendimiento, como ya había ocurrido en encuentros precedentes. En 16 minutos de juego, el norteamericano aportó apenas un punto y dos rebotes, quedándose lejísimos de las prestaciones que de él requiere un Covirán que, una vez más, rindió mejor cuando estuvo en cancha como '5' Babatunde Olumuyiwa. El rendimiento del sierraleonés sí está siendo una grata noticia, pero desde luego no es ni mucho menos positivo que ahora mismo sea el pívot referente.
'Guardia pretoriana'
Parece que, con el paso de las jornadas, la 'guardia pretoriana' de máxima confianza de Díaz se ha ido estrechando. Edu Durán o Iván Aurrecoechea, como Tomàs, apenas comparecen de momento sobre el parqué, mientras que Burjanadze o Kljajic tiene un rol limitado en minutos pero relevante cuando juegan, pues asumen muchos tiros. El montenegrino, por cierto, estuvo especialmente desatinado el sábado. Y es que al Covirán le quedan aún mucho ajustes por hacer.
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