El Covirán, con un ojo en México para resolver el futuro de Travis Munnings

Cabe recordar que, el pasado 8 de julio, el Baloncesto Fuenlabrada anunció, en un comunicado de prensa, «que los jugadores Tanner McGrew, Travis Munnings y Fernando Zurbriggen tienen contrato en vigor para la temporada 2025/2026», reservándose la entidad del sur de Madrid «el derecho a emprender las acciones legales necesarias en defensa de los derechos que contractualmente le asistan rechazando cualquier acción tendente a la ruptura indebida e injustificada de los contratos suscritos». Por aquel entonces, Zurbriggen ya había debutado oficialmente con el Halcones de Xalapa de México, el Movistar Estudiantes había anunciado oficialmente el fichaje de McGrew y el fichaje de Munnings por el Covirán era un hecho explicado en IDEAL. De ahí que el posicionamiento del 'Fuenla' hiciera, en cierto modo, saltar las alarmas en los tres clubes implicados y que podían verse perjudicados si los madrileños se salían con la suya.

Impagos

Ya entonces, este medio se puso en contacto con el club fuenlabreño, que aseguró encontrarse al día de todos sus pagos con los jugadores implicados, por lo que entendía que podía hacer valer el vínculo para el próximo curso. Efectivamente, los tres jugadores firmaron por dos temporadas el pasado verano, por lo que, en ese sentido, la verdad estaría –en caso de ser cierto que los jugadores están al día de cobro– del lado del Fuenlabrada.

Sin embargo, la situación es más compleja. Durante el pasado ejercicio fue más que conocida la compleja situación económica del club madrileño, que le llevó a mantener, durante muchos meses, impagos e incumplimientos con el cuerpo técnico y la plantilla azul. Aunque la noticia saltó semanas antes a los medios de comunicación, no fue hasta el 7 de mayo cuando los integrantes del vestuario la hicieron pública a través de un comunicado. En el mismo, el equipo manifestaba su «profunda preocupación e indignación ante los reiterados incumplimientos contractuales y la falta de transparencia por parte de los responsables del club». Y en ese entrecomillado podría esta la clave que resuelva la situación de Munnings, McGrew y Zurbriggen.

Según ha podido saber IDEAL, los tres jugadores se acogieron, semanas atrás, a una cláusula de su contrato con el Fuenlabrada a través de la que, a partir de una cierta cantidad de días impagados, el mismo podía ser rescindido unilateralmente por parte de los jugadores. En concreto, fue la agencia de representación la que comunicó, aferrándose a esa situación la finalización del vínculo laboral de los jugadores de cara al próximo curso, dejando sin efecto a su entender la segunda temporada firmada.

Ante una situación de conflicto así, son la Federacion Española de Baloncesto y la FIBA quienes terminarán decidiendo sobre el futuro de los tres jugadores. Les tocará dictaminar si la comunicación de la resolución del contrato fue en tiempo y forma, o si los recientes pagos desde el Fuenlabrada son suficiente motivo como para que el deseo de los jugadores de salir no esté suficientemente justificado desde el punto de vista legal. Por eso, por ejemplo, el Estudiantes no anuncia el fichaje de otro exfuenlabreño, el pívot Lotanna Nwogbo, al que tiene 'atado', pero espera solución a este 'affaire'.

Zurbriggen, el primero

Cobra así sentido que el Covirán esté pendiente de qué sucede en México, donde la Liga está en marcha y Fernando Zurbriggen ha jugado ya los cuatro primeros partidos de la misma con los Halcones de Xalapa. Este mismo fin de semana, el equipo, para el que en su día trabajó Ramón Díaz, disputará dos partidos ante los Astros de Jalisco, club dirigido hasta hace dos cursos por Sergio Valdeolmillos. Mientras, FIBA, que ha concedido un permiso temporal para que Zurbriggen pueda jugar, pretende esclarecer la situación del base pronto, quizá incluso a lo largo de la próxima semana, según fuentes consultadas por IDEAL. Así, si el argentino obtiene el beneplácito federativo y puede jugar con normalidad en México, su caso sentará jurisprudencia y el fichaje de Travis Munnings en Granada será un hecho. Si no, habrá lío.