El Covirán se mide al Tenerife con urgencia pero sin gran obligación

Con esas premisas, a sabiendas de que el rival cuenta sus partidos por victorias, de que prácticamente se paseó por el Palacio de los Deportes durante la primera vuelta, y de que se ha plantado en las semifinales europeas de la Champions League por méritos propios y tras una trayectoria envidiable, y que, además, se comporta como una de las grandes revelaciones también de la Liga Endesa, que el Covirán pueda sorprenderle sería toda una gesta.

La formación que dirige Pablo Pin tiene la urgencia de ganar, porque se le agota el tiempo de engancharse a la permanencia en la ACB, pero tampoco la obligación de dominar a un contrario superior por plantilla, recursos y presupuesto y que, encima, vive un momento dulce de juego.

A ello se le suma que Pin no podrá contar con el base Sergi García, lo que debilita mucho la dirección en pista, que recaerá en gran parte en un agotado Jonathan Rousselle. Sin más remedio tendrá que ayudarle el nuevo 'combo' y manejador de balón Sam Griffin.

Pin dispone de diez hombres, los justos, tras las bajas de García, Bamforth, Ubal, Tomàs y Clavell. Para colmo de males, su principal estandarte Amine Noua apenas entrenó durante la semana por molestias físicas, por lo que llega también 'tocado' a la cita tinerfeña. Disponibles quedan Elias Valtonen y Omar Silverio, el finlandés también cansado por la acumulación de minutos, y el dominicano, alta gracias a que superó un esguince de tobillo con inusitada rapidez.

Jonathan Rousselle, que ejerce de capitán en la plantilla nazarí al concederle los galones por ausencia Pere Tomàs, está esperanzado con revertir la situación del Covirán con velocidad, por lo que propone lograr una victoria rápida que anime al equipo, mejor en Tenerife para no demorarla.

Allí se verá las caras con viejos compañeros como Kramer y Lluís Costa, con los que mantiene una relación de respeto y cordialidad mutua. Interrogado el galo por si encontrará alguna debilidad en el rival de La Laguna, que juega de memoria y funciona como una máquina perfectamente engrasada, manifestó que «se trata de un equipo muy completo, con una táctica bien organizada, por lo que vamos a tener que hacer un gran partido para incomodarles. Algo increíble deberá ser el trabajo para obtener premio, pero está claro que la idea es ir a ganar, porque lo necesitamos. Ellos están en una buena racha y lo sabemos, por lo que es un reto importante. Pero no podemos renunciar a nada, ni fijarnos en el nombre del rival, así lo hicimos contra el Valencia, que quizás sea el mejor equipo de la Liga, tenemos este tipo de adversarios, que son muy fuertes, y no se puede hacer nada para cambiar el calendario».

El base francés abundó en que «no vamos a ir de paseo ni de turismo. Vamos a darlo todo en la pista y eso es el deporte profesional, porque puede pasar cualquier cosa. Creo que si no estás convencido de que puedes ganar en Tenerife, no podrás hacerlo y, en tal caso, sería mejor ni viajar. La actitud que tenemos que tener, por tanto, tendrá que ser positiva y así lo afrontamos, somos conscientes de que es una cancha muy difícil, pero también tenemos fe en que se puede conseguir. Vemos cada fin de semana que en todos los deportes hay sorpresas, entonces creemos en ello, pasa poco pero pasa».