Ver fotos
Nuevos ídolos para volver a ganar
La grada se pelea todo el partido con Prince Ali, sustituido por Caicedo, Ndoye o Moore en los corazones rojinegros
Antonio Sánchez
Granada
Domingo, 5 de febrero 2023, 22:14
Prince Ali no se fue de Granada por dinero, pero la afición del Palacio de los Deportes no le perdonó en el partido ante el ... Carplus Fuenlabrada que se marchara del equipo en el momento de más necesidad de la escuadra rojinegra, con Felicio y Maye en la enfermería y la moral de la tropa granadina en horas bajas a la espera de fichajes.
Noticia Relacionada
El partido entre Covirán y Fuenlabrada visto a pie de campo
No esperó el pabellón del Zaidín a que el partido entrara en calor para pitar al jugador ghanés, que fue criticado de nuevo cuando tocó la pelota por primera vez. Ali no se calmó y cuando la grada intensificó su crítica hizo varios gestos a destiempo a la que fue su casa hasta hace poco, desatando la ira nazarí para el resto del encuentro. Y ahí Alí se desconectó por completo mientras Granada encumbraba a sus nuevos ídolos. El segundo cuarto fue representativo de ello. Mientras Ali fallaba canastas una tras otra, su sustituto, Michael Caicedo, abría diferencias en el marcador a base de triples. Quince puntos en menos de ocho minutos para recordarle a la cancha que sus guerreros ahora son otros.
Al descanso se llegó con el partido encauzado, pero hubo que ponerse igualmente el mono de trabajo en la segunda parte desde la grada. Fuenlabrada sumó un parcial de 2-11 en los tres primeros minutos del tercer cuarto y el Palacio de los Deportes arrancó a aplaudir en varias ocasiones, consciente de que tenía que arropar a los suyos para que no se escapara el triunfo.
El rival se acercó, pero el pabellón granadino no iba a permitir que la victoria se escapara después de más de dos meses sin vencer. Celebró cada canasta hasta el alcalde de la ciudad, Paco Cuenca, activo desde el palco del pabellón rojinegro como un hincha más. Solo fue a un minuto del final cuando el Palacio, con once puntos arriba, se vio con el partido amarrado y empezó a aplaudir y a celebrar. El trabajo estaba hecho. La racha de derrotas, quebrada. Era el momento de disfrutar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión