El Covirán no genera lo que quiere
El arranque liguero está enseñando los problemas rojinegros para atacar ante los sobremarcajes que sufre Matt Thomas
Dos partidos disputados en la Liga Endesa han servido para mostrar que el Covirán Granada está de momento bastante lejos de alcanzar su mejor versión. ... Ni en ataque ni en defensa está logrando llegar a la consistencia necesaria para poder ganar partidos en una competición tan exigente, hecho que han aprovechado Joventut y Baxi Manresa para sumar triunfos relativamente plácidos ante los rojinegros, sobre todo el segundo.
Hay varias claves que explican los problemas que está padeciendo el Covirán hasta ahora. El primero y más evidente pasa por su pobre generación ofensiva, unida a un mejorable control del balón. Así, si ante el Joventut la ratio asistencias/pérdidas de balón rojinegro ya había sido pobre (12 pases de canasta, 11 posesiones extraviadas), frente al Baxi Manresa fue incluso peor: 10 asistencias, 15 pérdidas. Guarismos raquíticos, sobre todo cuando se comparan con los rivales en este complejo estreno de curso:el Joventut apenas perdió 6 balones, dando 18 pases de canasta, mientras que el Baxi Manresa dio 19 asistencias, por 10 extravíos. Al Covirán le urge mejorar dichos registros y, de paso, conseguir que los de los rivales sean peores. Si no, difícilmente le saldrán las cuentas para ganar partidos.
Thomas, en el foco
Los rivales del equipo granadino saben que la principal referencia rojinegra es la amenaza de Matt Thomas desde el perímetro. Por eso, el de Illinois está sufriendo marcajes atosigantes que apenas le permiten tener tiros en buenas posiciones. Un hecho previsible, pero que de momento se le está atragantando al cuadro granadino, incapaz de encontrar focos ofensivos alternativos a Thomas más allá del poste bajo de Luka Bozic.
Esa pobre generación exterior –el Covirán terminó el primer cuarto en Manresa con una sola asistencia– está condicionando mucho el potencial ofensivo de un equipo que, por el momento, se queda lejísimos del objetivo del 40% en triples, marcado por Ramón Díaz en pretemporada como la llave para conseguir victorias. Hasta la fecha, el equipo granadino ha anotado 10 lanzamientos de tres de 43 intentos, lo que supone un 23'2%. Thomas apenas está teniendo tiros liberados y el resto del equipo no está siendo consistente en el tiro, lo que no hace sino redoblar las apuestas defensivas rivales y meter al Covirán en un bucle del que solo saldrá cuando la generación exterior y la puntería aumenten, pues será entonces cuando no sea tan fácil para los rivales sobremarcar a Thomas.
Señalado
Para ello, resulta fundamental que Micah Speight dé, cuanto antes, un paso al frente en su juego. Su arranque de curso ha sido muy pobre, sin enseñar a ese jugador eléctrico por el que apostó el Covirán en verano. Con malos porcentajes de tiro y apenas tres asistencias en dos encuentros, el de Oklahoma se queda, por ahora, muy lejos de lo necesario, siendo un jugador clave para que el Covirán alcance esa versión rápida, dinámica e imprevisible que anhela Díaz y que de momento no se ha podido ver. Hasta la fecha, los mejores minutos rojinegros siempre han llegado con Jonathan Rousselle en cancha. Pero el techo del equipo precisa, cuando antes, de una versión mucho mejor de Speight.
La siguiente oportunidad llegará ante Baskonia el próximo domingo (18 horas, Palacio de los Deportes). Por delante, una semana para pulir defectos y aumentar la confianza de algunos jugadores que tienen que dar mucho más de sí para que el Covirán logre alcanzar lo que realmente quiere ser.
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