El Covirán crece a los 4,5 millones de euros de presupuesto
Liga Endesa ·
El presidente Óscar Fernández-Arenas se siente orgulloso de competir en ACB y disponer de millón y medio en cajaEl Covirán elevará muy poco su presupuesto para la próxima Liga Endesa, apenas unos 300.000 euros, cuando la subida de abonos se aproxima a ... un ingreso extra de 200.000. Por tanto, de 4.200.000 a 4.500.000. El presidente habría invertido medio millón de haber salido en Primera FEB del millón y medio de depósito en la ACB, pero en este caso no se tocará la fianza y habrá que depositar otro medio para completar el canon de dos millones en cuatro temporadas. El presidente Óscar Fernández-Arenas se siente orgulloso de haber competido durante tres campañas en la élite y haber ahorrado medio millón de euros.
«Estoy muy orgulloso del club, de la oficina, de los patrocinadores, de las instituciones... por esa colaboración que, al final, nos permitió competir durante tres años en la Liga Endesa y, encima de todo hemos ahorrado un millón y medio de euros, que hay guardado, que queda estancado ahí. Entonces, para mí, es tan espectacular el poder competir en esta Liga tan maravillosa como la ACB, como igual de espectacular el tener un millón y medio en la reserva, de depósito. Me parece espectacular el trabajo que se hace en el departamento de contabilidad la dirección general, todo lo que nos está ocurriendo lo veo espectacular», comentó el dirigente nazarí.
Interrogado el presidente del Covirán sobre lo que ocurrió en el pasado con el extinto CB Granada, donde quizá no se cuidó con tanto mimo el apartado financiero, por aspirar a más, Fernández-Arenas consideró que «no sé exactamente qué es lo que hizo uno y otro, tampoco lo que pasó con el CB Granada exactamente, yo sé que hubo muchos problemas financieros. En aquella época yo estaba en la cantera y me llegaba poca información, porque, además, yo pertenecía a la Fundación, no a la SAD (sociedad anónima deportiva), pero sé que sí que hubo muchos problemas financieros y una deuda importante, de cerca de tres millones de euros, si no recuerdo mal, que llevó al club al concurso de acreedores. Cuando yo firmo para quedarme con la Fundación me encuentro también con una deuda de 300.000 euros, que procedía del concurso de acreedores de la SAD, aunque después se solventó, eso sí, el tema fue elaborado, sí sé que tienen deuda. Estas situaciones son como las gestiones. A mí me encantaría gestionar el club y darle a la afición granadina una gran plantilla, decirle que voy a traer jugadores por seis millones de euros, pero, si eso ocurriera, también me costaría mucho trabajo decirle después que voy a hundir este proyecto tan bonito y tan ilusionante, cuando, en especial, contamos con 900 niños detrás nuestra y una masa social espectacular. Por eso voy a hacer locuras, ni pasar esa línea que entiendo que no está dentro de mi carrera o de mi vía, no está dentro de mi camino y no voy a salirme de la línea trazada, por intentar, por todos los medios, el estar en competiciones en las que no me merezca la pena, porque no puedo estar en ellas económicamente ni repercutirían positivamente en la entidad», aludió a la participación en Europa, torneos que, a su parecer, aumentan los gastos con plantilla más largas y viajes, mientras los ingresos no están en consonancia, con partidos fuera del fin de semana frente a rivales poco atractivos.
Más allá de un contrato
El presidente añadió que «en algunos casos hemos procurado hacer esfuerzos». Por ejemplo, la afición no le hubiera perdonado que no renovara al base Jonathan Rousselle. «Ni siquiera era cuestión de contrato. En muchas ocasiones no se habla con el agente, sino con el propio jugador, para intentar explicarle cuál es el proyecto y cuál es la situación económica del club. Mi intención desde aquí siempre ha sido ayudarlo lo máximo posible a cada jugador. Entiendo que hay casos en los que dicen que es inexplicable que se fuese, por ejemplo, Lluís Costa, pero también conviene asumir que para Lluís Costa era una oportunidad espectacular, desde mi barrera vi que lo era. Lluís dio todo por este club y por su proyecto, ¿por qué debía asegurarlo cuando, económicamente, además era complicado llegar a las cantidades que movían? Y además su continuidad deslavazaba el resto del presupuesto para los demás jugadores. Comprendí que si su ilusión era estar en un proyecto como el de Tenerife y jugar competición europea, cuando se había dejado la piel por nosotros durante tres temporadas, no iba a ser yo el que truncaría sus deseos. Primero porque está la parte de que Lluís estaba en Granada ganando dos duros, dos duros en comparación a su rendimiento y a otros de su nivel. Además no hace mucho hablé con él y me dijo: Creo que he sido de los jugadores más baratos tuyos, y de verdad que él se merecía el doble o el triple de lo que cobró. Como él estuvieron otros jugadores igual, como Pere Tomàs, que todavía sigue con nosotros, Christian Díaz o David Iriarte, muchos jugadores de ese tipo que han estado en el equipo durante varios años, en largas estancias, y que venían de la LEB –hoy Primera FEB– con contratos en la ACB que eran muy bajos para tratarse de la ACB».
En ese punto, Fernández-Arenas reflexionó sobre el dato de que «pensaba que mi presupuesto podía ser de cuatro millones, pero al final el presupuesto, en realidad, era de cuatro millones y medio o cerca de cinco, porque sabía que el valor verdadero del jugador no era el que tenía puesto en el club. Por eso no iba a dejar escapar a Jonathan Russell ante una situación que no complicaba a la entidad, aunque tampoco iba a dejar que estuviera aquí si esa situación sí hubiera complicado al club».
La tarea del directivo es compleja, en cuando que el valor del bloque nacional y arraigado cada vez es más difícil de conservar. Así hubo una temporada de transición, como fue la anterior, con las marchas de Costa, Bropleh, Christian Díaz... y el problema de que ahora mantenga solo a Pere Tomàs, Rousselle y Valtonen del grupo inicial, mientras permanezca únicamente Iván Aurrecoechea, y no continuaran Sergi García, Guerrero, Vicedo...
«Es que todo el deporte profesional da esto y ahora ya, con los chicos jóvenes que se van a la NBA o se pasan al deporte universitario, donde se les pagan allí el triple que lo que le pueden abonar en cualquier competición profesional de España, cada vez resulta más complicado que haya continuismo en los jugadores, por mucho que lo pretendas. Pero, bueno, para nosotros siempre ha sido importante esa confianza mutua, de acuerdos de larga duración, y basados en poder ofrecer otras condiciones distintas, así como determinadas circunstancias que ayudan a ello, con total independencia de la cuestión económica», concluyó el dirigente.
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