El Covirán cierra la temporada saneado

El presidente del club granadino de la Liga Endesa, incluso, manifiesta que «habrá un poco, aunque muy poco, ridículo, de superávit en esta ocasión y colchón» en las arcas del Fundación CB Granada, una vez se realice el balance contable.

En realidad, la ACB comunicó a los clubes que se podría competir hasta con un treinta por ciento de déficit sin grandes apuros, integrado en el presupuesto posterior. No obstante, el dirigente local estima que «a mi no me entra en la cabeza que haya cuenta negativa, no lo entiendo que pueda ser así».

Está el ejemplo del Bilbao, todavía endeudado. «Ahí está pagando lo más grande, supongo, de intereses, yo en esa situación no podría dormir, aunque normalmente lo haga poco.... Este club tiene la misión de abarcar solo lo que puede y la idea es cortar con otra época que hubo en el baloncesto granadino, aprender de esos errores que llevaron a la desaparición en el pasado».

El directivo expresa que la Liga Endesa «tiene ese fallo, porque en la de fútbol los números son públicos. Aquí, cuando digo que nuestro presupuesto estará cerca de los cuatro millones de euros, es que estoy diciendo una verdad como un templo. Estoy hablando del presupuesto total del club, que es de esa cantidad, no de la inversión destinada a jugadores».

Y agrega que «ese es nuestro presupuesto total y estamos en nuestras ecuaciones, de dos millones en bruto o algo más de la mitad, porque intentamos buscar que el mayor refuerzo económico sea en los jugadores porque, si no, no podríamos competir en esta liga. Eso hace que el resto salgamos perdiendo, todo el mundo de los que trabajan en el club aquí a la hora de cobrar. De todas formas es mejor esto que no ser menos por estar en la LEB Oro y con un presupuesto hacia abajo, toda la gente que rodea al primer equipo es comprensible en ese aspecto y lo entienden perfectamente, soy súper claro con ello».

Al Covirán no le queda más remedio que «emplear otras fórmulas. No tenemos la de que Tavares sale a cinco millones y aquí están, así lo renuevo por diez años y que vengan hasta sus nietos a verlo».

Fernández-Arenas observa recursos basados en el ingenio y la imaginación, pone de ejemplo el establecer contratos «con cláusulas como tuvimos a dos jugadores (se refiere a Kairys y Konontsuk, que pidieron marcharse) por si salen de la plantilla a mitad de temporada, eso no lo teníamos antes, y por ello hemos recibido este último año un dinero importante, lo que nos dio la posibilidad de que viniera un jugador de la calidad de Jacob Wiley a mitad de la temporada».