Un Covirán más aguerrido en defensa y más coral en ataque
Los doce de Pin. ·
Los rojinegros ganan en experiencia en la Liga Endesa buscando dar un paso adelante atrás. El ataque, con referentes menos claros.A expensas de que en las próximas horas quede definitivamente sellado el fichaje del ala-pívot francés Amine Noua, con el que el Covirán tiene ... ya un acuerdo total y espera su firma de forma inminente, el equipo que volverá a dirigir Pablo Pin en su tercera experiencia en la Liga Endesa cuenta ya con la plantilla al completo para el nuevo reto en la elite del baloncesto nacional y europeo.
Con cinco renovaciones –Jonathan Rousselle, Scott Bamforth, Elias Valtonen, Pere Tomàs y Jacob Wiley– el cuadro rojinegro ha mantenido parte del bloque de la permanencia, aunque curiosamente solo uno de los cinco citados, Tomàs, comenzó la temporada pasada. En ese sentido, el lavado de cara respecto a hace un año es muy relevante. Mientras, siete son los fichajes del Covirán para la próxima temporada: Sergi García, Agustín Ubal, Gian Clavell, Edgar Vicedo, Rubén Guerrero, Iván Aurrecoechea y el citado Amine Noua. Por tanto, el primer factor que salta a la vista en la política de fichajes de Pin y el presidente Óscar Fernández-Arenas es la búsqueda de un bloque experto en la Liga Endesa. No en vano, tan solo Aurrecoechea no ha jugado hasta la fecha en la máxima categoría nacional, por lo que será el último debutante en la misma de todo el plantel rojinegro. Un hecho radicalmente distinto al del curso pasado, cuando el Covirán firmó seis caras nuevas de las que solo una, Kwan Cheatham, estaba curtido a nivel ACB. El resto –Yivtach Ziv, Germán Martínez, David Kramer, Artur Konontsuk y Evaldas Kairys– no conocían la competición española, en un hecho que sin duda pudo afectar al mal comienzo de los granadinos en el curso, ganando apenas uno de sus nueve primeros duelos.
De ello tomaron nota en las oficinas rojinegras, tal y como incluso han verbalizado tanto privada como públicamente Pin y Fernández-Arenas en las últimas semanas. De ahí la apuesta del Covirán por un grupo con mayor conocimiento de la competición española, con el que especialmente se anhela un necesario paso adelante en defensa, después de que el rojinegro fuera uno de los equipos más flojos de la pasada Liga Endesa en la cancha trasera.
Nuevo ataque
Donde desde luego también se verá un equipo completamente nuevo es en ataque. Ninguno de los 'primeros espadas' –salvo Scott Bamforth, llegado en la recta final– rojinegros del último ejercicio seguirán el próximo curso en la ciudad de la Alhambra. Especialmente llamativa será la ausencia de Lluís Costa, timonel indiscutible del Covirán en los cuatro últimos ejercicios. Tampoco apuntarán puntos habituales al Covirán Cristiano Felicio en la pintura ni Kwan Cheatham o David Kramer con su amenaza perimetral, quedando ya muy lejana la etapa en la que Joe Thomasson era el jugador sobre el que orbitaba casi todo el juego rojinegro en la fase ofensiva.
Será un Covirán diferente. Probablemente, sin ningún referente anotador tan claro como eran el escolta de Dayton y el pívot de Pouso Alegre en su periplo granadino. La apuesta, por ende, parece ir por una mayor coralidad. Aunque nombres como Clavell, Bamforth o Noua estén destinados a ser los principales focos ofensivos, no parece que estos absorban tanto juego como sucedía con los anteriormente citados. Cabría esperar que Valtonen rubrique las grandes sensaciones desde que llegó de Manresa –donde nunca se sintió tan importante– o que Vicedo vuelva a ser la amenaza exterior de dos cursos atrás en el Obradoiro, al mejor nivel de su carrera.
La garra también parece garantizada, con conocidos como Rousselle y Wiley y nuevos jabatos como García y Aurrecoechea. Envite rojinegro por el corazón y la experiencia. Ojalá el talento acompañe también.
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