El Coliseum coruñés vivirá un choque de estilos contrapuestos que no han funcionado

Cuando ambos equipos planificaron la campaña, con el único objetivo de la permanencia en la dos escuadras, lo hicieron de una forma muy diferente. En el banco rojinegro, el objetivo fue tratar de aunar un bloque especialmente sólido en defensa y con gran experiencia en la categoría, que le permitiera ser resolutivo cuando vinieran mal dadas. «No vamos a volver a ir de pardillos», expuso en varias ocasiones el presidente del club, Óscar Fernández-Arenas. En la ciudad de la Alhambra se apostó por el grupo muy por encima de las individualidades que en otras temporadas supusieron nombres como Cristiano Felicio y Kwan Cheatham en la pintura y Joe Thomasson en el perímetro. Se huyó de grandes nombres en busca de tablas en la liga que subieran el listón principalmente en la retaguardia, el aspecto en el que, en los dos primeros cursos en la Liga Endesa, claramente más sufrió el Covirán.

Todo lo contrario pareció apostarse por hacer a orillas de la Torre de Hércules. Manteniendo buena parte del bloque que había ascendido desde la LEBOro –hoy, Primera FEB–, hasta ocho jugadores, en los refuerzos los gallegos básicamente buscaron talento ofensivo en la mayoría:Brandon Taylor, Phil Scrubb, LJ Figueroa, Trey Thompkins, e incluso el galo Thomas Heurtel una vez comenzada la temporada. Prácticamente solo el pívot brasileño Augusto Lima respondía a un perfil más destacado en facetas defensivas que al contrario.

Y la cruda realidad de ambos equipos es la de que se están desangrando en aquella faceta por la que, cuando todo comenzó en septiembre, era previsible que sufrieran más.

Estadística avanzada

Así lo refleja la estadística avanzada, según recoge la plataforma 'InStat', una de las más empleadas en este ámbito dentro del baloncesto europeo. Los datos del prestigioso portal numérico sitúan al Covirán como el segundo peor ataque de la Liga Endesa, con 94'8 puntos anotados por cada cien posesiones jugadas. Los de Pin solo superan al UCAM Murcia, que se queda en 94'62. Mientras, el Leyma Coruña, que en valores absolutos es el décimo que más anota en la competición (86'19 tantos de media, por los 80'44 de los rojinegros), cuando se habla de puntos por centenar de posesiones suma 98'67, siendo el decimosegundo de toda la ACB.

El gran problema de los coruñeses ha estado sin duda en la defensa, la faceta en la que el Covirán, especialmente antes de que le azotaran las lesiones a partir de febrero, mejor compitió. La del Leyma es, con mucho, la peor de la competición, encajando 96'23 puntos por encuentro, que se van hasta 110'85 cuando se habla por cien posesiones rivales. Especialmente significativo es que, de sus últimos ocho partidos, en siete los coruñeses hayan encajado al menos 98 puntos, un auténtico disparate.

La defensa del Covirán es la sexta que más encaja (87'41 por juego), pero sube hasta la tercera por cien ataques: 103'97, mejorando al Casademont Zaragoza y al Leyma. Los números no mienten y la liga ha puesto a granadinos y coruñeses en una posición crítica a siete jornadas del final.